Los toros volvían a Palma después de dos años por decisión judicial y los antitaurinos protestaron fuera de la plaza por la imposición de la fiesta nacional. 400 personas cargadas de razones para denunciar que se permita volver a asesinar animales a manos de aquellos que tanto dicen amarlos. Sus gritos fueron silenciados de forma muy representativa: Primero con gritos de "libertad" por un sector de los cerca de 9.000 aficionados que fueron al festival, y después con el himno falangista 'Cara al Sol' a todo trapo por la megafonía de la instalación, mientras uno cuántos angelitos hacía el saludo fascista. La postal, para enmarcar.
La corrida del sábado era excepcional, también por los 90 años del recinto, y por eso ejecutaron a 8 animales por medio de 4 verdugos. Gente de la altura del torero de VOX, Morante de la Puebla, que seguro disfrutaría de los compases del himno de Primo de Rivera, y que fue más tarde interrumpido por un antitaurino que se lanzó al ruedo. Morante no triunfó, pero las crónicas de los superfans explican que otros salieron a hombros. De la misma manera que en redes, pero en otro sentido, claro está.
El Gobierno balear ha dicho que investigará un episodio que, por suerte o por desgracia, hemos podido ver gracias a las redes sociales, y vuelven a dejar claras las filias de buena parte del mundo taurino.