El programa más visto en España cada día del año es El hormiguero. Lo ven entre 2 y 3 millones de personas. Ningún otro tiene tantos seguidores. Se emite de lunes a jueves, antes se hacía en Cuatro, la segunda cadena de Mediaset, y como el programa es muy caro Paolo Vasile dijo basta porque no hacía tanta audiencia. Se lo quedó Antena 3 y ahora es la joya de la Corona. Lo produce 7 y acción, la empresa propiedad de un catalán, ex de Alfonso Arús, Jorge Salvador, y de Pablo Motos, que es uno de los personajes más seguidos y odiados de España. Le ha pasado como a Ana Rosa Quintana: ha confundido ser líder y ser un caudillo y ha convertido El hormiguero en un magazine sesgado a favor de la Derecha. Motos quiere que su programa sea como él: del PP y Vox.
Desde un espacio supuestamente de entretenimiento donde antes había experimentos y humoristas ahora hay una tertulia de ultraderecha con tertulianos y moderador de la misma cuerda: del PP y Vox. Ni disimulan. Los invitados empiezan a tener el mismo sesgo. Esta semana se ha hecho viral la de Alfonso Guerra, enemigo del Gobierno del PSOE con Sumar e independentistas. Y fue especialmente sangrante cuando Guerra y Motos coincidieron que "Ahora los humoristas no pueden hacer humor de nada, ni chistes de homosexuales ni de enanos. Hay miedo, no hay libertad de expresión". Un humorista, Facu Díaz, se ha hartado y ha dicho basta a la hipocresía, falsedad y gran mentira de Motos. Se tiene que ser muy valiente para hacer este vídeo en su canal de Twich:
Facu Díaz: "Pablo Motos es un tipo con muchísimo poder en la industria a efectos promocionales. La gente está obligada por contrato a ir a su programa para promocionar lo que sea. Con eso consigue que la gente se corte mucho al hacer chistes sobre él porque Motos luego pide cuentas y hace llamadas. Pide explicaciones cuando alguien tiene chistes sobre Motos en un show cómico. Llaman de su productora a un humorista para decirle 'Oye, a la gente no le gusta tu chiste sobre Pablo Motos'. Esto ha pasado. Y tiene los huevazos de decir que no se puede hacer chistes con nada, panda de sinvergüenzas que hablan de libertad de expresión. Me toca los cojones, no que sea de Vox sino que diga que no hay libertad de expresión. Él que censura chistes, llama para presionar a cómicos que quiten chistes sobre él. No me des lecciones Pablo Motos. Se hacen chistes sobre tu altura o sobre que tu programa es una puta mierda y montas un circo de putos locos. Está obsesionado con su imagen pública, con que nadie se ría de él y su equipo le hace un Good bye Lenin porque no tolera que se hagan chistes de él. Si doy más detalles aquí se lía". Su equipo le engaña, como en la película Good bye Lenin, diciendo que lo controlan todo para que se calme, pero es imposible. Las críticas son como la audiencia del programa: muy numerosas.
EN Blau puede dar fe que la productora llama a los medios cuando hay una noticia sobre El hormiguero que creen que les perjudica. Durante un tiempo se publicó que Shakira quedó muy descontenta de su último paso por El hormiguero el año 2017 y no quiso volver. EN Blau se hizo eco de este conflicto y desde el programa llamaron a EN Blau para decirnos que eso de Shakira no era verdad. Desde 2017 cuando Shakira se incomodó no ha vuelto, a pesar de residir en Barcelona, nunca más a El homriguero, donde van todos los cantantes a promocionarse. La anécdota revela que es cierto que Motos vive obsesionado con su imagen y que todo el mundo le tiene miedo porque tiene mucho poder. Motos, según los detalles que revela Facu Díaz, es obsesivo, falso e inquisidor. Solo una actriz Mónica López, se negó a ir a El hormiguero a promocionar su serie con Javier Cámara porque no soporta que Motos blanquee a la ultraderecha. La catalana fue valiente y lo explicó en público. Como Facu Díaz, uruguayo que fue a vivir a Blanes, Catalunya, cuando tenía 8 años. Dos catalanes hablan, el resto callan y ponen buena cara a las hormigas fachas.