Los reyes Felipe y Letizia tienen esta semana una de aquellas visitas estilo Bienvenido Mr. Marshall, en que la mayoría de vecinos del municipio saldrán a la calle enloquecidos y con los ojos húmedos de la emoción de ver al Borbón y a su mujer por sus calles, haciendo ir la manita para ir saludando al personal. Es increíble el grado de servilismo que hay en muchos lugares de las españas, donde pierden el norte con la presencia real, como si fueran una especie de 'Salvadores' caídos del cielo para llevarlos al paraíso. No por habitual deja de sorprendernos el grado de locura que viven en muchos lugares del país cuando los monarcas deciden ir hacia su casa, para muchos, el mejor momento de sus vidas. De la de muchos vecinos y de la gente que manda en aquellos lugares, que salivan con la posibilidad de hacerse una foto al lado de los reyes y colgarla orgullosos en sus despachos en el ayuntamiento, el mejor recuerdo que tendrán de su vida mandando. Y es lo que pasa ahora en Caravaca de la Cruz, un municipio de 26.000 habitantes de Murcia.

Este jueves, la agenda real indica que Felipe y Letizia visitan el municipio murciano "con ocasión de la celebración de su Año Jubilar en 2024. Caravaca de la Cruz celebra su 'Jubileo in Perpetuum' desde el 9 de enero de 1998. Caravaca se ha convertido en el destino elegido por miles de personas para obtener la indulgencia plenaria". Y en Caravaca de la Cruz hacen fiesta grande. Están alborotados, como si fuera Fin de Año, expectantes por que llegue ya este jueves, donde recibirán un baño de masas como el que desde el mismo ayuntamiento recuerdan estos días que pasó hace siete años, en la anterior visita al lugar.

¿Qué ha hecho el alcalde de Caravaca de la Cruz de cara a la visita que los reyes harán en menos de 24 horas? El ridículo. Una petición tan, pero tan vasallesca, tan de no disimular, que echa para atrás. Han emitido un bando de cara a esta visita oficial donde el alcalde, José Francisco García, anima a los vecinos y vecinas "a expresar a Don Felipe VI y Doña Letizia nuestro afecto, cercanía y agradecimiento, saliendo a las calles del recorrido y engalanando balcones con la bandera Nacional y la bandera de Caravaca de la Cruz”. Chim pum. La vergüenza ajena va a más: "“Os invito a que, con motivo de esta histórica visita, ofrezcamos los reyes de España una calurosa acogida en el recibimiento en la Plaza del Arco y por aquellas otras calles y plazas por las que discurra la comitiva oficial dirigiéndose a la Real Basílica de la Santísima y Vera Cruz y a la exposición ‘El Siglo de Tegeo’, en la antigua iglesia de la Compañía de Jesús”.

Una petición esperpéntica, pedir que pongan banderitas en los balcones y pierdan el norte para que los reyezuelos estén contentos e inflados. Menos mal que todavía hay vecinos en Caravaca de la Cruz a los cuales este servilismo les parece, no solo exagerado, sino también, grotesco: