Los que hemos tenido la inmensa suerte de conocer, tratar y trabajar al lado del gran Carles Costa sabemos que es una persona que vale mucho la pena. No solo es un excelente profesional, con un talento innato para explicar las cosas, como hace estos días que sustituye a Toni Cruanyes al frente del TN Vespre de TV3, sino que además, tiene una bondad que desarma. Trabajador, constante y buena gente hasta decir basta, Carles es lo que se dice un compañero maravilloso, nunca con un NO por respuesta, siempre con una sonrisa hacia todo el mundo, especialmente, hacia aquellos que le hacen llegar su calor. Hace unas semanas, él mismo expuso agradecido lo que le había pasado yendo por el Mercado de la Concepción de Barcelona, cuando "una señora muy amable, Llum, me ha dicho una cosa que me ha hecho mucha, mucha ilusión. 'Me gustan mucho tus crónicas. Se entienden'. Para mí, es el punto clave de mi trabajo: comunicar, que las cosas se entiendan. Gracias, Llum!".
Ahora, el bueno de Carles ha vuelto a tener un contacto con una espectadora. Uno de aquellos que llenan de satisfacción y de orgullo y que lo han hecho emocionarse por un recuerdo muy especial del pasado a raíz de una noticia del presente. TN Vespre de este martes 3 de enero. Como hace a menudo, Costa acaba el informativo de TV3 con una historia humana de aquellas que valen la pena y que conmueven a los espectadores. Sección 'La contraportada', que esta vez nos ha acercado hasta Banyoles. "Allí han recibido la donación de una de las colecciones privadas de arte más importantes del país. Se trata de un centenar de obras de la familia Gimferrer, con pinturas de Picasso, Goya, Rembrandt o Miró. Se expondrán en el edificio de Can Tarradas". Y acto seguido, las imágenes nos llevan a un hombre entrañable, gafas y bastón, señalando diferentes cuadros preciosos. Un hombre que se llama Jordi Gimferrer, coleccionista y crítico de arte, y que tiene algunos incunables. Como un retrato del compositor Enric Morera hecho por Picasso en su primera época, en la taberna de Els Quatre Gats, y que Gimferrer compró porque le dolía que saliera de Catalunya: "Hice un esfuerzo muy grande. Lo adquirí porque pensé '¿Qué tiene que ir a hacer el maestro Morera a Suiza? Son gente de casa'".
Una colección que fue haciendo desde joven, movido por su pasión por el arte y la amistad con los creadores. Su casa es un museo, un templo de arte y buen gusto con obras absolutamente deliciosas e históricas. Una maravilla que ahora ha querido compartir y poder exhibir las obras, este valioso fondo de arte, en Can Tarradas: "Estoy contento. Poder darlo en vida, es un privilegio también". Una noticia emocionante que tocó la fibra de los espectadores, especialmente de una. La hija de Jordi Gimferrer, Montse, que al verlo ha tenido un recuerdo nostálgico de Carles Costa: "Viniste a mi casa en UK hace unos años y hoy acabas de hablar de mi padre en Bayoles por su donación. Qué cosas tiene la vida. Gracias", dice agradecida, y en referencia a la época en la cual Carles Costa vivía y trabajaba en el Reino Unido, cuando era corresponsal de TV3 en Londres. Un mensaje que ha emocionado al presentador del TN, que la recordaba perfectamente:
Un reencuentro emocionante y sensacional.