El Capitolio de los EE.UU. ha vuelto a monopolizar la atención informativa de medio mundo. Meses después del ataque de simpatizantes ultras de Donald Trump, un nuevo incidente ha provocado dos muertos: un agente de policía atropellado por un individuo, también abatido tras bajar del coche con un cuchillo en la mano. Las autoridades han descartado la posibilidad de una acción terrorista, pero la sensación de descontrol e inseguridad en torno a esta institución es manifiesta. Los medios de comunicación se han volcado, enviando crónicas desde el lugar de los hechos. TV3 también estaba, de la mano del corresponsal Xesco Reverter. El TN Vespre de Carles Costa conectaba con él, pero la locución del presentador dejaba a muchos espectadores estupefactos. La sintaxis jugó una mala pasada.
Costa leía el prompter y decía esto: "El atacante Xesco Reverter también ha muerto". Un escalofrío fugaz corrió por la espalda. Afortunadamente era una falsa alarma: Xesco aparecía rápidamente en pantalla y hacía su trabajo. La orden de los elementos de la frase había creado confusión. Un maestro de las palabras y la lengua como Màrius Serra lo explicaba con sorpresa y dirigía esta recomendación a los servicios informativos: "Tenéis que revisar el libro de estilo que os obliga a insertar el nombre del corresponsal en medio de la frase. ¿La sintaxis os permite ponerlo al final de la frase, con un "verdad X R"?" Los seguidores del escritor le daban la razón: la mayoría también habían entendido lo mismo durante la emisión. Unos mensajes que tuvieron respuesta por parte del presentador del TN, asumiendo el error con elegancia y propósito de enmienda. Así explicaba lo que pasó: "Pensaba que con la doble pantalla con Xesco Reverter quedaría claro que me estaba dirigiendo a él. Pero era confuso. Pido disculpas". La conversación entre los dos ha continuado con un tono constructivo y conciliador.
Una vez más, se hace patente que en la televisión es importante lo que se explica, sí. Pero el cómo se explica no se queda atrás.