Carles Costa es, aparte de un profesional de la cabeza a los pies, un tipo encantador. Buena gente hasta decir basta, siempre con una sonrisa de oreja a oreja, optimista, buen compañero, nunca con un no por respuesta y siempre con una elegancia y un respeto por los demás que muchos harían bien en imitar. Mucho mejor nos iría a todos si hubiera más Carles Costa en nuestras vidas. Lleva muchos años ya en TV3, donde ha hecho de todo, desde reportero del En directe hasta presentador del TN Vespre cuando no está Toni Cruanyes, pasando por su época de corresponsal. Ahora, experto en temas judiciales en los informativos de la casa, este periodista y economista (llegó a tener de profesor al economista Xavier Sala-i-Martín) ha pasado por el Zona Franca donde ha regalado una conversación deliciosa con Danae Boronat explicando cosas íntimas de su vida que han hecho que los espectadores le quieran todavía más de lo que ya le querían. Por ejemplo, hablando de una invitada del programa Trinxeres:

Antes de aterrizar en TV3, el bueno de Carles formó parte de diferentes equipos y medios, donde trabajó con algunos profesionales muy respetados, por ejemplo, con Jordi González, cuando este se encargaba del matinal en Radio 4, donde servidor de ustedes coincidió y conoció a Carles. Antes, pudo conocer y trabajar con su mayor ídolo, la maravillosa Julia Otero, con quien debutó cuando tenía 24 años, en su programa de radio después de haber sido un grouppie de la sensacional periodista y presentadora gallego-catalana: "Para mí ella era un mito. Te confesaré una cosa, que ella también lo sabe porque somos amigos: yo, cuando era adolescente llevaba la carpeta forrada con fotos de Julia Otero. La gente llevaba a Kim Basinger, y yo llevaba toda la carpeta forrada de fotos de Julia Otero. Alguna vez te confesaré que incluso había fingido tener fiebre para ver el '3×4' en casa. Mis padres no lo saben. Estaba fascinado, enamoradísimo".

Costa que fue a hacer pruebas al programa que ella hacía, en verano. Lo cogieron. Imaginen cómo se sintió el primer día que tuvo delante suyo a su mito. Una Julia Otero que "me vio nervioso, que no podía articular ni dos palabras y me dijo: 'Estoy muy contenta porque así tendremos un chico guapo en el equipo este verano'... Yo ya me deshice completamente".

"Fue mi madre profesional, con ella no puedo ser objetivo. Es la mejor comunicadora que hay. Es una pena que no esté aquí (en TV3) haciendo televisión en el programa que quisiera", reconoce agradecido Carles. A partir de aquel momento, una trayectoria sólida y currándoselo mucho, que lo ha llevado hasta TV3, donde a sus 48 años sigue manteniendo las ganas por este oficio y una firme voluntad de hacer bien las cosas: "Me cuesta mucho desconectar y soy muy exigente conmigo mismo. Cada día leo cuatro diarios al completo". Exigencia que le jugó una mala pasada cuando tuvo un problema médico que necesitó de una intervención y le vino la angustia por si no podría seguir ejerciendo su profesión, y lo que más le gusta del mundo, con plenas garantías.

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Carles Costa / TV3

Costa ha explicado que le tuvieron que hacer una operación de pólipos mientras presentaba Els Matins de TV3 en el 2016, un programa muy largo que requería de mucho esfuerzo y fuerza de voluntad, y al final le acabó pasando factura: "Era un programa de cinco horas y me afectó mucho. Yo me levantaba a las 3 de la mañana y el cuerpo me dijo basta. Me quedé sin voz y me tuvieron que operar". Fue una operación delicada que lo tuvo tres meses sin poder decir ni 'mu'. Callado y consciente de que mejor no correr riesgos, "Tenía miedo de que me cambiara la voz y por eso, iba con una pizarra a comprar". Afortunadamente Carles se recuperó y volvió a tener voz. Una voz con la cual nos ha vuelto a emocionar con su sinceridad y sus anécdotas, explicadas con la mano en el corazón y conmoviendo, como siempre, a los espectadores. Carles Costa, maravilloso.