Volver a casa, a tus orígenes, a tu pueblo, después de mucho tiempo sin ir, es una sensación única. Una sensación que ha experimentado el actor catalán Carles Francino, tal y como ha mostrado a través de sus redes sociales. Afincado en Barcelona, aunque viajando mucho a Madrid por temas de trabajo y por ver a su padre, el actor hacía mucho tiempo que no pisaba su pueblo, Altafulla, ubicado en la costa, cerca de Tarragona. Un viaje con el que Carles Francino ha sorprendido a sus seguidores con lo que ha visto. Motivo por el que no ha dudado en hacer un vídeo y subirlo en sus redes. Lo mostramos, a continuación.
Altafulla fue el lugar elegido por el hijo del periodista, Carles Francino, y su mujer, la cantante Izah, para darse el 'sí, quiero'. Lo hicieron en una ceremonia que se celebró en el Castillo de Tamarit, hasta donde acudieron grandes amigos de la infancia del actor. Y precisamente una de las primeras cosas que Carles ha hecho, nada más poner un pie en su pueblo, ha sido ver a un gran amigo suyo, Josep. Cada quien más guapo. Foto de los dos:
Un encuentro que se ha producido en un lugar privilegiado, con vistas a la inmensidad del mar. Y precisamente por las maravillosas vistas Carles Francino se ha quedado sin palabras. Naturaleza, calma y mucha tranquilidad. Una estampa que ha querido compartir en forma de vídeo con sus seguidores. Y es que Francino es un gran enamorado de Altafulla, sitio al que siempre se escapa durante sus vacaciones de verano. "Pájaros, mar... es un regalo para todos vosotros", dice Carles en su cuenta de Instagram, justo después de mostrar el mar, muy tranquilo y plano, antes de caer la noche. Hablamos de esto:
Una visita hasta su pueblo con la que Carles también ha aprovechado para dar el pistoletazo de salida a la época estival. Lo ha hecho disfrutando de su primer baño. Un momento que ha grabado su mujer y él ha compartido en sus redes. Luciendo ropa interior blanca y presumiendo de su espectacular anatomía, el intérprete ha combatido las altas temperaturas con un chapuzón. Fotos del momento:
Carles Francino, su mujer Izah, su amigo Josep, Altafulla, el mar y los recuerdos de la infancia. El poder de las pequeñas grandes cosas. La felicidad de volver donde todo empezó.