Con una gran pantalla detrás, con el mensaje "Bienvenido, Carles". Con miles de mensajes de calor por parte de oyentes y compañeros de profesión, como Buenafuente o Júlia Otero, al anunciarse que este lunes volvería. Con una camiseta donde pone la frase "La Hostia". Y con una emoción a flor de piel que no podía ni quería disimular. Así ha sido el retorno de Carles Francino al frente de La Ventana de la Cadena Ser después de haberse contagiado de coronavirus el pasado mes de marzo, e incluso, después de que tuvo que ser ingresado.
"Llevo más de 40 años ejerciendo de periodista. Pero no recuerdo uno tan especial como el de hoy", ha empezado el periodista de Reus al volver a sentarse delante de los micrófonos. Y acto seguido, ha querido pronunciar un discurso "para ver si le sirve de algo o le sirve a alguien". Unas palabras cargadas de emoción, donde en muchos momentos le ha fallado la voz, conmovido por algún recuerdo difícil, y que ha iniciado con una exposición empírica de los hechos, los 47 días que ha estado separado de lo que más le gusta. Francino explica que "este puñetero virus" ataca a cualquiera. Y se le rompe la voz por primera vez recordando su ingreso en el hospital: "Las pasé canutas en algún momento, sobretodo las primeras 48 horas, en que los indicadores eran bastante malos, incluído un ictus del que parece que afortunadamente no me ha quedado ninguna secuela".
Francino perdió unos 7 kilos, mucha masa muscular y la voz. "Me asusté, pero bueno, yo he salido". Y aquí, el periodista no puede contener las lágrimas recordando a alguien muy importante para él que no ha tenido la misma suerte."En cambio, el contacto estrecho, que es un familiar muy próximo, murió el 12 de abril. Y otra muy próxima también se recupera lentamente tras pasarse casi un mes en la UCI". Eso, con respecto a lo que le ha pasado. Pero Francino ha ido más allá, y se hace, y nos hace, unas preguntas que nos tendrían que hacer reflexionar a todos juntos: "¿Es posible que nos hayamos olvidado de los sanitarios, a los que aplaudíamos al inicio de la pandemia? ¿Cómo no van a cabrearse los enfermeros con lo que se ha visto este fin de semana?".
Un Francino conmovido que invoca a "la fuerza del cariño" por la gran cantidad de muestras de apoyo que han recibido él y su familia, tercer momento donde no puede aguantar la emoción: "Nos ha desbordado en estas semanas... Joder, no paro... La familia, los amigos, la radio, toda la radio, los compañeros, las compañeras..... Vaya número... Un montón de oyentes, entrevistados... Ha sido... Cuesta.... Ha sido abrumador. Si el cariño fuera una hipoteca yo estaría pagando plazos toda la vida". Lloraba Francino y lloraba cualquier persona que lo escuchara o lo viera. Imposible no emocionarse. Y más, con cómo ha acabado el speech de retorno: "Esta mañana nos ha llamado una oyente que vino a ver un programa en directo que hicimos en octubre en Valladolid. Con su marido... Él murió de covid. Y ella me deseaba a mí toda la fuerza del mundo. detalles como estos me reafirman en que deberíamos invertir más energía en las cosas importantes de la vida y no perder tiempo en peleas absurdas y otras gilipolleces".
Se puede decir más alto. Pero no más claro. Ni tampoco, de manera más conmovedora. Nos sumamos a las miles de felicitaciones por su recuperación.