Desde muy joven se ha considerado una persona curiosa, a la que le ha gustado “saber qué pasa en el mundo y el por qué de las cosas”. Por este motivo, entiende el periodismo como “la mejor profesión”. Siendo un estudiante, hizo prácticas en TV3 “cuando Carles Francino estaba presentando el Telenotícies Vespre y, de alguna manera, tenía cierta admiración hacia él por como trabajaba y trabaja”. Sus ganas de convertirse en periodista le llevaron a subirse a un avión y a recorrer quilómetros para trabajar como corresponsal para TV3 en Bruselas y París. Le gustaría “volver a coger el micrófono, la libreta, el bolígrafo e irme fuera”. Eso sí, no sabe dónde. Solo tiene claro que “como he estado muchos años por Europa, seguramente, me iría un poco más lejos”. En septiembre de 2009 cambió las conexiones en la distancia, por los focos y el plató. Carles Prats debutó como presentador del Telenotícies Midgia, algo que, tal y como confiesa para En Blau, “me sorprendió porque cuando vuelves de estar fuera como corresponsal, no lo haces con la aspiración de hacer algo en concreto”. Y, como quien no quiere la cosa, este próximo septiembre arrancará con su décima temporada siendo la cara visible del TN Migdia.
Carles, ¿cómo afrontas esta nueva temporada?
Por muy utópico que parezca, la afronto con muchas ganas e ilusión. Aunque también con cierta incertidumbre de saber qué pasará este año, teniendo en cuenta todo lo que ya hemos vivido. De todas formas, tengo ganas de estar al pie del cañón e intentar explicarlo todo.
Ahora que arrancarás con una nueva temporada, ¿te atreverías a someterte al test al que tu compañero, Toni Cruanyes, se somete cuando conecta con el programa Està passant, de Toni Soler?
Supongo, por fuerza [ríe]. Soy muy consciente de mis limitaciones, pero el género del humor y la sátira no entran dentro de mis aptitudes. Pero, en todo caso, sí, dispuesto a jugar sí que estaría [ríe].
¿Cómo os preparáis el Telenotícies Migdia?
Hay mucha gente que me dice que soy un afortunado por trabajar en la televisión porque llego, me maquillan y me pongo delante de una cámara, pero no es así. Llegamos a la redacción a eso de las ocho de la mañana y nos ponemos al día de todos los temas que han pasado durante la noche, y de lo que puede pasar durante el día. Luego hacemos una primera reunión para exponer los temas y posteriormente hacemos la escaleta, que se va modificando a lo largo de la mañana. En realidad, el programa de una hora que ve la gente, no es más que la puesta en escena porque detrás hay un trabajo de ocho o diez horas y varios reportajes que se han estado preparando durante días. Además, cuando termina el Telenotícies volvemos a hacer una reunión para evaluar el programa y aprender de los errores.
Durante todos estos años que has ejercido como presentador, has compartido mesa con muchos compañeros, ¿con quién te quedas?
La verdad es que no puedo decirte con quien ha sido mejor trabajar porque con todos mis compañeros me he sentido muy a gusto. Creo que he sido un privilegiado de poder compartir plató con Núria Solé, Agnès Marquès, Lídia Heredia, Ariadna Oltra, etc. De todas ellas he aprendido algo y he crecido gracias a ellas, y a todas las otras personas que me he ido encontrando a lo largo del camino.
De todas las entrevistas que has hecho, con cuál te quedas y por qué.
Seguramente la que hice a Al Hayat, un chico que conocí en el campo de refugiados de Idomeni, en Grecia. En la entrevista me explicaba las razones por las que tuvo que huir de Afganistán y su tristeza y decepción al ver la acogida, o la no acogida, que había tenido en Europa. Me contó que cuando pisó el suelo europeo, le trataron como a un animal, después de haber arriesgado su vida en el mar y cruzando media Asia. Creo que es una de las entrevistas que más recuerdo y uno de los momentos más importantes que he vivido.
La noticia que te gustaría dar y que aún no has podido dar, ¿cuál sería?
Seguramente alguna que tenga que ver con la cura de alguna enfermedad. Nací con una cardiopatía y los avances de la ciencia han hecho que a día de hoy pueda estar aquí. Por lo tanto, desearía poder dar noticias en este sentido, para todos aquellos que no tienen perspectivas a largo plazo, pero que las podrían tener gracias a la investigación.
¿Y la noticia que nunca te hubiera gustado dar?
Seguramente el especial que tuvimos que hacer la noche de los atentados en París, porque cuando ocurrieron los de Barcelona no estaba aquí. Sino te diría los de Barcelona. En general, todas las noticias que tengan que ver con los atentados que ha habido, tanto en Europa como alrededor del mundo, porque son noticias que no queremos contar pero tenemos que hacerlo. De hecho, algunas veces, no dicen que enseñamos más de la cuenta pero, si no lo hiciéramos, nos acusarían de censura. Nuestra obligación es contar lo que pasa en el mundo, por desagradable y triste que sea, para encontrar soluciones e intentar que no vuelva a ocurrir.
¿Qué piensas de TV3?
Para mí es un orgullo y una gran satisfacción poder trabajar en TV3. Es un sueño poder estar en el medio de referencia informativa cuando pasan las cosas porque el primer impulso de la gente es poner TV3 y para mí es un honor y una gran responsabilidad. TV3 es una televisión que tiene la vocación de intentar explicar qué pasa en el mundo en catalán, no pretende explicar qué hacemos los catalanes en el mundo. Y eso ha hecho que, después de estos más de treinta años de historia, la ciudadanía nos siga eligiendo.
¿Te autocensuras más de lo que te gustaría?
A la hora de hacer la información creo que se tiene que ser profesional. Además, si trabajas en un medio de comunicación, independientemente de que sea público o privado, tienes que tener una gran responsabilidad. No me gusta la palabra autocensura porque significa que en una sociedad no impera la libertad de expresión, ni de información. Por eso no considero que me autocensure, pese a que es evidente que hay gente a la que le gustaría imponer su forma de ver el mundo, sea por la vía de las presiones políticas o de los intereses económicos. El mundo ha ido siempre así, otra cosa es si los periodistas estamos dispuestos a resistir estas presiones.
¿Entonces, qué entiendes por autocensura?
Autocensura es dejar de hacer aquello que crees que tienes que hacer por miedo a que te puedan tirar las orejas o que te critiquen, te señalen o incluso denuncien. Pero si tenemos una información contrastada, trabajada y rigurosa no tendría porque ser así.
¿Qué te parece que los medios públicos estén ligados al gobierno de turno?
Me tengo que poner el sombrero de coordinador del grupo de trabajo de medios públicos del Colegio de Periodistas y pienso, como pensamos en el grupo de trabajo, que los medios públicos se tienen que deber exclusivamente a los ciudadanos. Eso quiere decir que no debería de haber injerencias políticas. En los medios públicos lo deseable sería, como ha pasado en la Betevé o enla Televisión de L'Hospitalet mismo, que sus representantes fueran elegidos a través de procesos transparentes, abiertos y profesionales, en los cuales el único criterio válido para evaluar a los aspirantes al cargo sea, estrictamente, el profesional.
¿Podrías llevar una corbata amarilla para presentar el Telenotícies?
En el contexto actual, si me pongo una corbata amarilla me van a decir que estoy haciendo un ‘statement’ (una declaración de intenciones). Por lo tanto, no hace falta que nadie me diga que no me la ponga porque no soy quién para posicionarme delante de la televisión. Creo que sirvo mejor a los ciudadanos pasando desapercibido como presentador, e intentando transmitir las informaciones sin condicionarme. La vestimenta es una forma de comunicar y si eliges algo que se puede interpretar políticamente, no estás siendo neutral. De hecho, en nuestro libro de estilo lo pone muy claro y nosotros tenemos que estar comprometidos con la veracidad, el rigor, la inmediatez, la imparcialidad y la neutralidad.
Cuando Carles Puigdemont estaba en el exilio, ¿te podías referir a él como President?
Nosotros decíamos que el president Puigdemont estaba en el exilio porque en Cataluña el uso de president seguido de su nombre es habitual, aunque hayan sido relevados. Hablamos del presidente Aznar, Rajoy o Zapatero y así lo hacíamos también con Mas o con Puigdemont. Ahora bien, a raíz de la queja que hubo de ciertos partidos políticos, la junta electoral nos impidió que usáramos esta expresión y que usáramos la expresión de consejeros encarcelados, aunque siempre hemos hablado de consejeros hasta que han habido sus sucesores.
¿Y te parece justa la queja de estos ciertos partidos políticos?
No. Tanto des del Consejo Profesional de la Televisión de Cataluña, como desde los organismos profesionales y des del Colegio de Periodistas se denunció rápidamente los intentos de injerencia política en los medios públicos. Recuerdo que en su momento se habló de un menosprecio inadmisible hacia el trabajo que hacemos los periodistas porque nosotros tenemos que poder trabajar libremente y poder acertar o equivocarnos libremente. Son los ciudadanos los que tienen que juzgar si nos merecemos o no su confianza. Por lo tanto, no me parece bien que haya intentos de todo tipo para condicionar esto.
¿Qué piensas de los Informativos de Telecinco y Antena 3?
Cada medio tiene su línea editorial y hay muchas formas de contar las desgracias humanas. La diferencia está en cómo se cuentan las cosas. Nosotros tenemos muy claro nuestro trabajo, que nos ha permitido ganarnos la confianza de la gente, e intentamos hacerlo lo más honestamente posible, con todos los errores que podamos cometer, pero pensando en la ciudadanía que se merece una información libre y cuidadosa con los derechos humanos, la intimidad y el respeto hacia la presunción de inocencia. De todas formas, a veces parece como si tuviera que haber una pugna entre los medios públicos y privados, cuando es verdad que muchas veces los medios privados han hecho excelentes documentales y programas de investigación y debate. Por ejemplo, Jordi Évole está en un medio privado y hace cosas excelentes.
¿Cuál es la clave del éxito de esos informativos para mantenerse líderes en España?
No lo tengo estudiado en detalle y para hablar de impresiones prefiero no disparar al blanco. Si son líderes es porque deben hacer un trabajo que gusta a los espectadores de otras partes del Estado, donde las televisiones autonómicas no son tan fuertes.