Pocas personas más nobles, queridas y respetadas por el barcelonismo que Carles Puyol. El gran capitán culé, historia del Barça, un central mayúsculo, todo corazón, pecho y cojones. Capaz de salvar un gol con el escudo, de marcar en el Bernabéu y besar la senyera, de dejárselo todo encima del césped, de ser un líder absoluto en el vestuario y de dejar huella en el corazón de los culés de por vida. Después de 19 años en la entidad, 15 temporadas en el primer equipo y 21 títulos, el de la Pobla de Segur colgó las botas cuando acabó la temporada 2013-2014, y ahora que ya no viste de corto, vive igualmente feliz su vida con su familia, su mujer Vanesa Lorenzo y sus dos hijas, sin olvidarnos de sus perros, con quien siempre está yendo arriba y abajo mientras hace deporte o un paseo con su mujer. Puyi, como le llama todo el mundo, genio y figura.
Por motivos profesionales, antes cuando era jugador se pasaba media vida en los aeropuertos, yendo arriba y abajo con el equipo para ir a disputar los partidos fuera de casa. Ahora no viaja tanto, pero sigue haciéndolo. Y ha sido justamente en su último viaje cuando ha vivido una situación desagradable que le ha indignado.
Le ha pasado en el aeropuerto de Toulouse ("Mala experiencia hoy en el aeropuerto de Toulouse"), donde se encontraba el excapitán del Barça para coger un vuelo. ¿Y cuál ha sido su sorpresa, su desagradable sorpresa?: que "después de más de 10 años viajando con mi maleta de cabina, es la primera vez que no puedo subirla en el avión por el tamaño, y lo peor es el trato recibido, intentaré volar con otras compañías más amables la próxima vez". Después, su cabreo ha ido a más cuando ha visto alguna imagen dentro del avión de algunas maletas iguales o más grandes que la que a él no le han dejado subir a cabina:
La compañía a la cual Puyol se ha referido le ha respondido también vía redes "Lamentamos lo sucedido. Te invitamos a contactar los equipos del servicio de atención al cliente". Esperemos que se lo hayan solucionado.