Muchos colaboradores de El Chiringuito de Josep Pedrerol, cegados por su fanatismo, absolutamente poseídos por un antibarcelonismo enfermizo, han dicho verdaderas barbaridades cuando se trata de analizar figuras del entorno azulgrana. Con Messi han bordeado el esperpento, sobre todo, empeñados en compararle con Cristiano Ronaldo. Y con Pep Guardiola, tres cuartas partes de lo mismo. Lo que han llegado a decir del técnico de Santpedor es de traca. La rabia que tienen por lo que hizo en el Barça, por los títulos que ganó en el banquillo azulgrana y por cómo todo el mundo del fútbol, menos ellos, alucinaban con el juego culé, es superior a ellos. El juicio no tiene cabida en sus comentarios porque les puede el odio a todo lo que tenga que ver con el Barça. Es penoso que por mucho que sean aficionados merengues no puedan ser justos o capaces de ver todo lo que ha hecho Pep Guardiola desde que es entrenador de fútbol. ¿Quieren algunos ejemplos de comentarios grotescos contra el mejor entrenador del mundo? Por ejemplo, aquí tienen a Tomás Roncero, que saca espuma y bilis por la boca cuando oye el nombre de Guardiola y siempre intenta menospreciarlo a la mínima:

¿Y qué decir de Juanma Gargamel Rodríguez?:

O el indocumentado de Paco Buyo, que odia a Guardiola no solo por ser culé, sino también por ser catalán:

O cuando Edu Aguirre osó dejar caer que Pocchetino es mejor que el técnico del City:

Ejemplos hay para dar y tomar. Es superior a ellos. Ven a Guardiola como el demonio y odian todo lo que hace. Por eso es precioso cuando uno de los que consideran de los suyos, un ídolo madridista, les calla la boca y les deja con las ganas. Con las ganas de sumarse a un pim, pam, pum, a un tiro al blanco contra Guardiola. Es maravilloso cuando alguien dice una verdad como un templo en sus morros, y es lo que ha hecho precisamente el entrenador del Madrid, Carlo Ancelotti, en una entrevista para El Chiringuito.

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Pep Guardiola y Carlo Ancelotti / GTRES

Está Edu Aguirre, precisamente, haciéndole un test rápido donde, entre otras confesiones, dice que durante un partido puede masticar entre 15 y 20 chicles. Y entre medio de las preguntas, como quien no quiere la cosa, le preguntan por cuál es el mejor entrenador del mundo. Y Ancelotti lo tiene claro...

Cómo han pasado de largo del tema... Y es que no hay dudas. Para cualquiera con un dedo de razón, y a menudo, algún tertuliano del programa de la bancada merengue no parece tenerlo, Guardiola es el mejor entrenador del mundo. Y punto pelota.