Los rumores de crisis entre Alejandra Rubio y Carlo Costanzia no dejan de intensificarse, y ahora las revelaciones que han salido a la luz son más explosivas que nunca. Según fuentes cercanas y testimonios de vecinos de la urbanización de Aravaca donde reside la pareja, la convivencia entre los dos jóvenes se ha convertido en un auténtico infierno. Peleas a gritos, situaciones tensas desde primera hora de la mañana y un ambiente insoportable son el día a día de esta relación que parece estar al borde del abismo.
Pero lo que ha causado mayor revuelo es el supuesto despilfarro de Carlo Costanzia del dinero que gana Alejandra Rubio, quien, según varias informaciones, es la única que sostiene económicamente a la familia desde que dieron la bienvenida a su primer hijo hace apenas unas semanas. Carlo, en lugar de contribuir, parece haberse acomodado en una vida de lujos y gastos excesivos que recaen exclusivamente sobre los hombros de Alejandra.
Alejandra Rubio carga con todo: Carlo Costanzia no aporta ni ayuda
Según declaraciones de la periodista Maica Vasco, Carlo Costanzia se habría instalado en el apartamento de Alejandra Rubio durante los últimos meses del embarazo, bajo el pretexto de estar allí para ayudar con la llegada del bebé. Sin embargo, lo que en un principio parecía un gesto de apoyo se ha convertido, según denuncias, en una situación de aprovechamiento total. "Carlo no ayuda ni trabaja, ni trae dinero a la casa ni busca una vivienda, y se gasta todo el dinero. ¿A qué se dedica? No lo sabemos, pero desde luego no trabaja. Se dedica a gastar el dinero que ella gana", reveló Vasco en su canal de YouTube. Además, afirmó que el hijo de Mar Flores no solo no contribuye económicamente, sino que malgasta el dinero de Alejandra en apuestas online, viajes de lujo y otros caprichos injustificados. Según Vasco, Costanzia es como un niño grande que depende completamente de ella, al punto de convertirla en una esclava moderna.
Un hogar en caos y una relación tóxica
Además de la falta de apoyo económico, los vecinos de la pareja han denunciado el ambiente caótico y ruidoso que reina en el piso. Según estos testimonios, las discusiones entre Alejandra y Carlo son constantes y, en muchas ocasiones, suben de tono hasta volverse insoportables. "Es imposible vivir allí, las peleas son diarias", comentaron algunos residentes, quienes han llegado a presentar quejas formales por el ruido.
La situación se agrava con la llegada del bebé, ya que Alejandra no solo debe ocuparse del cuidado de su hijo, sino también de mantener la casa y cubrir todos los gastos. Sin embargo, Carlo no muestra ningún interés en cambiar su actitud. Pasa el día entre gritos, apuestas online y viviendo de los ingresos de Alejandra, quien ya ha tenido que volver al trabajo apenas dos meses después de dar a luz. Por ahora, Alejandra Rubio no ha hecho declaraciones públicas sobre la situación, pero los rumores apuntan a que la joven estaría comenzando a considerar seriamente el futuro de esta relación que, lejos de ser idílica, parece estar acabando con su tranquilidad y estabilidad.