Desde que Alejandra Rubio y Carlo Costanzia anunciaron en exclusiva que esperan a su primer hijo, los futuros padres se han convertido en el centro de atención. La pareja, que reveló la noticia en la portada de la revista ‘¡Hola!’ el pasado mes de junio, ha decidido mudarse al piso de Alejandra en Aravaca para iniciar su vida como familia. Sin embargo, la cercanía con Terelu Campos, madre de Alejandra y siempre atenta a lo que ocurre en la vida de su hija, parece ser un tema delicado para Carlo, quien ya ha mostrado ciertas reservas hacia la influencia de su suegra.

Un hogar perfecto… ¿o una excusa para escapar?

Alejandra Rubio, que vivía anteriormente sola en su piso de Aravaca, ahora ha decidido compartir ese espacio con Carlo, al menos por el momento. El apartamento es ideal para la futura mamá, con una amplia terraza de ladrillo que invita a disfrutar de la luz natural y un salón con un elegante sofá tipo chaise longue. Decorado con un estilo minimalista y adornado con fotografías familiares y cuadros pintados por la propia Alejandra, el hogar se presenta como un ambiente cálido y acogedor para la crianza de su hijo.

Pero aunque a simple vista todo parece idílico, los problemas de espacio comienzan a hacerse evidentes. La vivienda cuenta con una sola habitación, pues Alejandra optó por convertir una de las cámaras en un vestidor de lujo, un rincón que ha desatado envidia en redes sociales y que revela su pasión por la moda. Ahora, con la llegada de un bebé, Carlo considera que necesitan algo más amplio, y este argumento le sirve de excusa perfecta para buscar una nueva residencia que esté alejada del control de su suegra, Terelu Campos.

Terelu, la suegra incómoda: ¿excesiva preocupación o intromisión?

La relación de Carlo con Terelu siempre ha sido un tema polémico. Aunque Terelu parece dispuesta a apoyar a su hija en su nueva etapa como madre, Carlo teme que su presencia termine siendo una invasión a su privacidad. Fuentes cercanas a la pareja aseguran que Carlo no está dispuesto a ceder terreno y permitir que su suegra se entrometa en las decisiones que él y Alejandra tomen respecto a la crianza de su hijo.

Así, Costanzia parece decidido a llevar a su familia lejos de la mirada constante de Terelu Campos, quien, según fuentes cercanas, tiene intenciones de estar muy presente en la vida de su nieto. Aunque todavía no han definido el lugar de su próxima residencia, parece que el hijo de Mar Flores quiere asegurar que el nuevo hogar esté lo suficientemente alejado de la casa de Terelu para evitar “visitas sorpresa” y “consejos no solicitados” sobre la crianza. Se dice que la pareja podría estar considerando algún piso en otra zona exclusiva de Madrid que ofrezca más espacio para la familia en crecimiento, y donde Carlo pueda mantener el control sobre su privacidad. Mientras tanto, Alejandra sigue adaptándose a su nueva vida, aunque las tensiones podrían estar haciendo mella en la relación con su madre.