La pandemia del coronavirus no es una guerra: es una tragedia. La opinión pública española, con sus instituciones al frente, hacen públicos discursos repletos de lenguaje militar. El abanico de expresiones lo conocemos todos, especialmente gracias al JEMAD Miguel Villarroya: "todos somos soldados", "hoy es lunes", "sin novedad en la operación"... Incluso hemos sentido el desafortunadísimo y de infausto recuerdo "a por ellos". Arengas que se utilizan como si se tratara de palabras mágicas que destruirán el virus y nos harán despertar milagrosamente de una pesadilla.
Sí, está muy bien aferrarse a lemas que encorajen en momentos de dificultades, pero ni los militares ni su léxico pararán el Covid-19. Tampoco harán descender los contagios, ni los ingresos en la UCI, ni la más funesta de las consecuencias. No hay más remedio que confiar en la ciencia y destinar ahí todos los recursos y los esfuerzos. Punto. Ni propaganda, ni películas de guerra. Una certeza que comparte el actor Carlos Cuevas, que aprovecha el insomnio que le afecta estos días para reflexionar y hacer reflexionar. Acertadamente, sin ningún tipo de dudas: "Ganar, atacar, tumbar, derrotar, vencer, aniquilar. ¿Y si sustituyéramos la épica y la barbarie por el cuidado y la paciencia? Pasémoslas, llorémoslas, acompañémoslas, cuidémoslas, tratémoslas". El de Merlín lo tiene claro: la fuerza bruta no sirve de nada: "va bien para mover un mueble, pero ¿qué tiene que ver para recuperarse de un infarto, por ejemplo? No quiero luchar contra nada, prefiero transitar con."
¿Y qué pensamos del discurso bélico que rodea las enfermedades? Ganar, atacar, girar, derrotar, vencer, aniquilar. ¿Y si sustituyéramos la épica y la barbarie por el cuidado|cura y la paciencia? Pasémoslas, llorémoslas, acompañémoslas, cuidémoslas, tratémoslas.
— Carlos Cuevas (@CarlosCuevas44) 31 de marzo de 2020
¿Y qué pensamos del discurso bélico que rodea las enfermedades? Ganar, atacar, girar, derrotar, vencer, aniquilar. ¿Y si sustituyéramos la épica y la barbarie por el cuidado|cura y la paciencia? Pasémoslas, llorémoslas, acompañémoslas, cuidémoslas, tratémoslas.
— Carlos Cuevas (@CarlosCuevas44) 31 de marzo de 2020
Y lo más importante: qué carga y qué presión para|por el paciente tener que asumir la no recuperación como una derrota personal y social, como un fracaso. No quiero luchar contra nada, prefiero transitar con. Es la connotación del lenguaje. ¿Se me entiende, no? Voy a por un café.
— Carlos Cuevas (@CarlosCuevas44) 1 de abril de 2020
Eso mismo ya lo dijo la Susan Sontag en los años ochenta sobre el cáncer y después el sida. Te recomiendo el libro, está muy bien y a ella se la tiene que leer. pic.twitter.com/WwS9UDgscV
— Alejandro Molina Bravo (@AlejandroMBravo) 31 de marzo de 2020
con más de 8.000 muertos|muertes en España, no tiene ningún sentido hablar de "ganar la guerra". La epidemia acabará, sí, y tendremos que sacar lecciones. Punto.
— juan huarte (@juan_ic_huarte) 31 de marzo de 2020
Tanto miedo como el COVID19 y sus consecuencias personales hace el ejército. Nunca habría imaginado a los tres coroneles ante una emergencia médica. Son soldados no tienen otro vocabulari.Els médicos y responsables políticos tienen que dar las ruedas de prensa. Y el vocabulario cambiará
— Alin Alluieh (@Alluieh) 1 de abril de 2020
Totalmente. Una expresión que siempre me ha causado muchísimo rechazo es 'perdió su batalla contra' X enfermedad. Como si fuese una cuestión de fuerza...
— Sergio G Sánchez (@SergioKikinan) 1 de abril de 2020
Totalmente de acuerdo, Carlos. En un discurso nos movemos desde la rabia y la dureza en el otro, desde el amor y la flexibilidad. ¿Valoramos qué nos hace más bien?
— Merichan (@33capses) 1 de abril de 2020
¿Totalmente de acuerdo, porque|para que? todo lo que no sea vencer es un fracaso. Yo quiero emocionarme con las recuperaciones y no contar- las como victories y acompañar la pena de los que lloran a sus muertos y no contar bajas.
— Mireia Grau Camps (@MireiaGrauCamps) 1 de abril de 2020
Ojalá que la lucidez de Cuevas llegue más lejos que los toques de corneta.