Carlos Cuevas es de aquellos actores catalanes que han triunfado en lengua castellana y catalana. El de Montcada y Reixach a los 28 años es una estrella de las que arrastran espectadores al cine, al teatro y a las series de TV. Ahora estrena El 47, una de las películas más taquilleras que incluso Pedro Sánchez y su mujer han ido a ver, mientras Felipe y Letizia veían Alien: Romulus. Cuevas promociona el filme sobre Torre Baró en la tele que lo descubrió, TV3. Como Quim Gutiérrez o Úrsula Corberó. Estrellas catalanas que empezaron en TV3. Le entrevista el de siempre, Eloi Vila en Al cotxe. No le hizo la gran pregunta de su vida sentimental. EN Blau reveló que su pareja es una exdiputada de Podemos, Clara Serra. Él tiene 28 años y ella 42.
Cuevas en el coche: "Poder escoger en mi trabajo es un privilegio. Hay quien piensa que siempre tengo trabajo pero también tengo miedos a no tener trabajo, vengo de clase trabajadora. E inseguridades, a veces envidio la carrera que hacen otros. No los mejores son los que más trabajan, hay gente muy buena que no tiene trabajo. No es habitual que te llamen según el número de seguidores que tienes en las redes. Pasa en algunas productoras, pero el teatro y el cine al cual me interesan no van por aquí. A mí me contratan por mi trabajo y por el buen rollo que genero con los compañeros. No solo hace falta ser buen actor sino crear relaciones sanas en su entorno laboral. Ahora vengo de trabajar con Eduard Fernández y Clara Segura, grandes personas". Con Clara Segura ya hizo una obra de teatro maravillosa, Madame Melville hace 13 años, en que interpretaban una profesora y alumno menor de edad que vivían una historia de amor. El programa no lo sabía o no supieron recordarlo. Lástima.
Cuevas habla de lo que quiere:" En otoño paré 3 meses esperando un proyecto que quería. Aproveché para estudiar italiano, leer, entrenar para correr un medio maratón, pero me hice un esguince. Me ofrecieron El 47 y rechacé otra película muy grande parar hacer El 47. Yo me llamo Cuevas, aquí pocos tenemos ocho apellidos catalanes. Desde mi casa en Montcada se ve Torre Baró. Mi madre tiene una panadería y se levanta sobre las tres y media de la madrugada para ir a preparar desayunos en Montcada". Vila repasa todos los temas intensos: la película de reivindicación de los nuevos catalanes, el apoyo de Cuevas al colectivo de los manteros, Cuevas también es socio de una cadena de marisquerías, Lloritu, con tres establecimientos en Barcelona, ellos los llaman desenfadados. Es un todo terreno.
Eloi Vila hurga sobre por qué no publica nada personal en las redes: "Yo tengo un trabajo público pero me gusta proteger mi vida privada. Nadie ha sabido nunca quiénes son mis parejas, mi familia. Las redes son una herramienta de trabajo. Las personas que amo no tienen que pagar un peaje. Amar| es el gran motor de la vida. Esto va de amar cosas y de mojar pan en la vida y de no quedarnos en casa. Este año es el más bonito de mi vida. Estoy feliz en casa, he vuelto al teatro, haré una cosa en el Lliurel La herencia que dura 6 horas, he rodado la vida de Miguel Gila, he rodado en catalán, en castellano, en inglés, el corazóz está bien...". Le deja la pelota botando a Eloi Vila pero no repregunta sobre su pareja escritora.
Carlos Cuevas hace un gran favor a la salud mental, alguien como él, con éxito, reconoce que va a terapia para trabajar sus cosas "Como mantenimiento, como quien va al mecánico, para pasar la ITV, me va bien para arreglarme, para desaprender, para ampliar el horizonte. Voy periódicamente". Cuevas y Vila, que ya hicieron un Al cotxe hace 7 años, tienen el mismo tono de buen rollo, de no molestar, de ser intensos y de yernos de Catalunya, uno con 28 y el otro con 52 años. Uno es el novio de la hija pequeña, el otro es el marido de la hija mayor con 4 criaturas. Quizás por eso conectan y se nota. Cuevas es un caramelo de invitado y Vila chupa el caramelo.