Carlos Falcó es marqués de Griñón, 82 años, exmarido de Isabel Preysler, padre de Tamara Falcó, aristócrata, rico y famoso. La noticia de un turbio episodio de posible violencia doméstica ha sacudido la vida social madrileña. Periodísticamente, el relato que hace el digital LOC es un intento de disimular lo que parece: habría agredido a su mujer, Esther Doña, en una fuerte discusión. Un abogado ha traducido a un lenguaje real el eufemismo periodístico del suplemento de El Mundo. El diario de derechas blanquea una pelea en que tuvo que intervenir la policía.

Relato del diario El Mundo: Madrugada a una suite del Hotel Eurobuilding. Se oyen gritos y otros clientes llaman a la policía. Dos agentes encuentran un matrimonio en plena discusión: Falcó y Doña. El marqués venía de Sevilla "de una presentación de vinos". Habían discutido en el restaurante del hotel y cuando subió de tono, "va a más", siguen la pelea en la habitación. "Por parte de Esther en ese momento había una situación de ansiedad y dolor". El panorama era tal que "Los agentes decidieron llevarse a Carlos Falcó a la comisaría de Chamartín y recomendaron a Esther Doña que denunciara".

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La red no dacrédito a cómo narra el digital: "Los marqueses de Griñón tienen discusiones, como todas las parejas". El detalle que él acabe en comisaría y la policía sugiriera a la esposa que lo denunciara no parece importar a los periodistas que firman la noticia. La frase esencial es "Los profesionales decidieron actuar de oficio. Interpusieron una denuncia por presunto delito de violencia de género". Un caso gravísimo que el digital matiza después de hablar con el acusado. Dice Falcó: "No me parece bien que la presunción de inocencia no pueda aplicarse igual siendo hombre o mujer".

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La red se asusta con la frivolidad del diario sobre un episodio que la policía ve como violencia de género y denunció de oficio al marqués de Griñón:

Falcó es inocente mientras un juez no diga el contrario. La realidad es que ha habido una detención, una acusación formal por un delito de violencia de género y un diario que lo despacha escribiendo "Los marqueses de Griñón tienen discusiones, como todas las parejas". Que hable la justicia.