El puente de diciembre ha acabado, pero hay alguien que no ha descansado demasiado. Lo decimos por el periodista Carlos Herrera, estrella de la COPE y portavoz del españolismo más testosterónico y beligerante. Hay que tener en cuenta que para el andaluz con pasado en Mataró estos días de fiesta son particularmente especiales por motivos ideológicos y de fe: celebra la Constitución española y la Purísima Concepción de Jesús. Un cóctel que hace inflamar su vena patriótica, vigoréxica en reposo y propia de 'Hulk' cuando se excita, como este caso. Y claro, al volver de su relax y encontrarse con la polémica españolista de la semana contra el catalán y la inmersión lingüística, el hombre se ha desatado y la ha líado gorda.

Herrera, lo mismo que compara Catalunya con la guerra de los Balcanes sin inmutarse, ha cogido el caso de la escuela Turó del Drac en Canet de Mar y lo ha convertido en una pesadilla, un infierno, una carnicería. Lo ha hecho con habilidad de prestidigitador, girando la tortilla como un calcetín usado y sudado. El caso es el siguiente: la familia de una criatura de 5 años ha exigido que se cumpla la sentencia que obliga a los centros educativos a impartir un 25% de horas lectivas en castellano. Repetimos: es la exigencia de una única familia, de tal manera que sólo han sido 80 las que han hecho este tipo de peticiones desde 2005, y que han visto cómo los siempre imparciales jueces les daban la razón. Ahora dirán: ¿y qué encuentra indignante, lacerante, humillante y perverso el comunicador? Agárrense a la silla.

Carlos Herrera en Barcelona en 2019 antes de recibir el Ondas / JB

Ahora resulta que la misma familia denuncia amenazas y coacciones por haber hecho esta exigencia, narrando situaciones dramáticas que estaría bien investigar para saber si son auténticas o el enésimo caso de inventos malévolos del españolismo monolingüe. No sabemos el porqué, pero sólo nos viene a la cabeza otro caso similar: Sant Andreu de la Barca. Y todos sabemos cómo acabó aquello. Bien, pasamos a repasar las embestidas de Herrera, porque va pasadísimo de vueltas. "La actualidad se debe centrar en Canet de Mar, donde se está viviendo una situación parecida al Ku Klux Klan. Se han dedicado a señalar a una familia que ha pedido que se cumpla la ley". Va, que empezamos bien: compara a los catalanohablantes con racistas encapuchados y asesinos. "Esta Gestapo independentista incluye incluso a un profesor de universidad que se ha sumado a la cacería de un niño, esperemos que esto tenga consecuencias judiciales". Buah. Ahora la policía secreta nazi catalana cazando criaturas de primaria. Eso sí que debería tener consecuencias judiciales: contra Herrera, claro.

Carlos Herrera siempre con la palabra España en la punta de la lengua / @carlosherrera2017

Por si su audiencia no había quedado lo suficiente patidifusa, un par de caramelos más llenos de bilis antiindepe: "El separatismo lleva mucho tiempo siendo un movimiento segregacionista. La sorpresa es la del Gobierno de la Nación, que mira para otro lado. ¿No se merece amparo este niño, sinvergüenzas? Es un escándalo de esta Generalitat que lleva varios años creando un gueto en Cataluña y la postura del Gobierno de Sánchez que da fuego en las llamas para que este gueto siga creciendo". Lo replicamos en su literalidad, no fuera que nos dejáramos algún detalle importante. Y amenaza a Sánchez que si no lo responde "te haré la pregunta todos los días para saber si tienes la decencia de dar una respuesta decente". Decencia. Qué palabra.

Carlos Herrera en una conferencia enseñando su jura de bandera / GTRES

'Herrera en COPE', el 'a por ellos' radiofónico de la Conferencia Episcopal. Cada día una homilía y una 'somanta de hos***'. Y como premio, sube en el EGM. País...