Supongo que quién más quién menos, habrá visto alguna vez la película 2001: una odisea en el espacio. Una obra maestra de Stanley Kubrick con una de las transiciones temporales más espectaculares de la historia, cuando el director pasa de la prehistoria, con unos monos lanzando un hueso al aire y este se transforma en una nave espacial del futuro.

Carlos Herrera no vive en el año 2001. Pero tampoco en el 2018. Más bien parece uno de los compañeros de reparto de los animales que aparecen al principio de la película. A menudo nos "regala" una retahíla de comentarios más propios de las cavernas que de un comunicador al que se le presupone una cierta dignidad y respeto sobre las cosas y las personas de las qué habla. ¿Y qué es lo peor que puede pasar para que alguien con poder siga diciéndola de padre y muy señor mío? Tener unos adláteres alrededor que le ríen las gracias y se quieren hacer los graciosos delante suyo para ganar puntos ante el jefe.

GTRES

Una combinación explosiva que se da cada mañana en los locutorios de la COPE mientras hace su programa Herrera en COPE. A las descalificaciones habituales en sus editoriales, al menosprecio marca de la casa al que nos tiene acostumbrados, se le tiene que sumar, a veces, unos lamentables momentos de chascarrillos y chistes de sobremesa de aquellos que explica el gracioso de turno. Te los imaginas con un café, una copa y un puro y riendo como hienas. Y eso es lo que ha pasado mientras Herrera y los tertulianos de este miércoles estaban hablando de la vicepresidenta del gobierno, Carmen Calvo.

Efe

En concreto, sobre la reunión que mantuvo Calvo con el Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, y sobre la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos y la opinión de la Santa Sede de sí tienen que ser enterrados o no en La Almudena. Ya en el editorial, el periodista exclamaba "¿Tú qué te crees, que vas allí con el top lencero y vas a decirle a Parolin o vas a conseguir que Parolin te diga lo que él no quiere decirte?". Pero eso de "top lencero" ha degenerado en la tertulia posterior, en la que estaban Salvador Sostres y Santiago González.

@Carlosherrera

Allí, uno de ellos ha leído un tuit "muy ocurrente" sobre el físico de la vicepresidenta y el "inenarrable atuendo con el que Carmen Calvo fue de visita al Vaticano. Escote con transparencias... El Valle de las Caídas". Lo peor no ha sido leer este tuit, sino las risas "cavernícolas" de todos ellos, como las ha definido Íñigo Errejón. No ha sido el único en hacerse eco del penoso comportamiento de Herrera y compañía:

Humor se escribe con hache. Y "hediondo" también.