Es el pistolero radiofónico más rápido de fachilandia. Pistolero "yugoslavo", como le gusta decir. Pobre del que se encuentre en su camino, porque Carlos Herrera desenfunda el micrófono a la velocidad del rayo desde la COPE. Con lo que le interesa, es muy rápido y muy hábil, pero con otras cosas... también es hábil, pero rápido, no. Ni fiel a sus promesas. Más bien, desmemoriado. El caso es que el locutor se ha levantado de buena mañana y ya ha marcado la primera cruz en el calendario de ataques contra Pedro Sánchez en la emisora de la Conferencia Episcopal, los mismos que pedían "rezar por España" ante un gobierno de izquierdas. Tampoco le ha dado muchas vueltas, no crean. Le ha llamado "individuo" de enorme "falta de empatía" y "soberbia" por no haber anunciado inmediatamente los miembros del ejecutivo. Él lo quería aquí, ahora, right now. Él exige, que es un señor importante. Hacedle caso, leñe.

 

Carlos Herrera contra Pedro Sánchez COPE

Carlos Herrera COPE @carlosherrera2017

El caso es que el inflexible Herrera no se aplica el cuento, y pasa de los Balcanes en Escandinavia con suma facilidad. Lo decimos porque sus críticas esconden a alguien que se hace el sueco, coloquialmente, cuando critica el gobierno PSOE-Unidas Podemos. O lo que es lo mismo, Sánchez-Iglesias. Sueco, pero tendría que ser de Somalia, el país donde prometió exiliarse si la pareja antes mencionada llegaba a La Moncloa. Corría el 2016, y todo quedó como una bravata más. 4 años después, la red sólo visualiza a Carlos comprando los billetes en Mogadiscio, aunque sabemos que los habitantes de aquel país bastantes problemas sufren como para tener que aguantar la presencia del periodista. En todo caso, es uno de los chistes del día, porque ya se sabe que "por la boca muere el pez".

Carlos Herrera @carlosherrera2017

Carlos Herrera, el Willy Fog de la moral. Próxima parada... Somalia.