Una jornada llena de emociones como la de la sesión constitutiva de las cámaras españolas, con la presencia y la (limitada) participación de los presos políticos, puede resultante muy estresante. Agotadora. Los sentimientos experimentan situaciones diametralmente opuestas de un minuto al otro, con gestos, muecas, palabras y silencios que ponen a prueba nuestro sistema nervioso. Algunos terapeutas recomiendan la risoterapia para afrontarlas con seguridad. Pero lo que no sabíamos es que el locutor de la Cope, Carlos Herrera, se haya ofrecido desinteresadamente para brindarnos una hilarante sesión gratuita. Es la mejor definición de la entrevista que ha concedido al diario El Mundo, un disparate para troncharse de risa. Para empezar, al descubrirnos dos cosas que la humanidad lleva escrito en su ADN: Herrera es un facha, y de los orgullosos: "Hay que perder el miedo a que te llamen facha"
Si señor, el primer paso es reconocer la evidencia. Aunque sea porque le has alquilado la reflexión a otra facha con pedigree: "Rosa Díez cuenta que el día que le llaman facha menos de 40 algarrobas siente que algo ha hecho mal. Fachas somos tantos ya". Quizás por que es un "facha", Herrera actúa con paternalismo con VOX "una formación con una gestualidad que entusiasma a unos cuantos pero provoca el rechazo de otros muchos" mientras sataniza al nacionalismo catalán o al "virus" del independentismo. El diario, haciéndole una reverencia, refrenda sus palabras porque aparte del Superman de las ondas radiofónicas, Herrera estudió Medicina, aunque nunca haya ejercido como tal. "Es necesaria una terapia lenta, social, paciente, inteligente y comprensiva". Gracias al autor de la entrevista ya sabemos a qué "médicos" no tenemos que hacer caso. En la vida.
Entre el entrevistador y el entrevistado parece que se hayan puesto de acuerdo para causar un colapso a los lectores. Porque la cosa va a más cuando, siguiendo con Catalunya, nos explican los "orígenes" de Herrera: "Emigró al área metropolitana de la Barcelona franquista (Mataró), donde pintó la mitadde su corazón bético de azul y grana". Pero eso del Barça ya es cosa del pasado, un club infectado por el virus "supremacista y exclusivista", razón por la que ya no celebra los títulos azulgranas poniendo el himno en la radio. En cambio, si que mantiene el catalán "que usa con gusto en sus regresos y en antena cuando corresponde para sacar de sus casillas a lo más intransigente del nacionalismo". Que sí, que muy bien. Adjuntamos una de las alocuciones de Herrera en catalán. Juzguen Ustedes mismos.
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Carlos, ya es suficiente. Dejémoslo correr y acabemos la sesión. Hemos reído mucho, pero no hay que abusar. No querríamos que nos provocaras una hernia y acabemos en la tu "consulta".