Carlos Iturgaiz, nuevo líder vintage del PP vasco y aspirante a lehendakari (si el coronavirus no engulle las elecciones del 5-A) acaba de renovar sus votos como ultra antiindepe. El 27 de mayo de 2017 firmaba un tuit que le definía con creces, durante la pitada al himno español en la final de Copa entre Barça y Alavés: "los que han pitado son unos hijos de puta". Los destinatarios, evidentemente, son los aficionados catalanes y vascos que mostraron su rechazo a los símbolos de una patria, constitución o monarquía que no sienten como suyas. También los madrileños o del resto de procedencias que estaban en el estadio Wanda Metropolitano de la capital de España, si es que tenían alguna razón de 'saludar' de esta manera la presencia borbónica en la final. Iturgaiz es así. Todos hijos de puta por pensar diferente.
El acordeonista más desubicado del mundo y superamigui de Lorena Roldán (catalana pero de las buenas, claro) no es un hombre que retroceda ante los errores o las adversidades. Ni mucho menos. Tres años después del tuit y convertido en pseudovirrey pepero en las vascongadas, no se arrepiente de lo que dijo. Ni hablar. Así lo ha reconocido en una entrevista en Radio Euskadi. Dani Álvarez, el periodista de la radio pública que le entrevistaba, nos servía la explicación lastimosa y de pobre víctima del personaje. De retractarse, nada. Un ejemplo de respeto deficiente, demostrando sus dotes para el diálogo. Cero patatero.
Puedes escucharle haciendo click en la foto (a partir del minuto 22):
Quizás la suspensión de las elecciones como medida preventiva por la epidemia sería de las mejores noticias para el futuro del PP y para la salud mental de la ciudadanía vasca. Quizás se lo piensen mejor. O no, que están Cayetana y Casado por medio.