El nombre de Carlos Navarro suena poco pero el mote "El Yoyas" ya se conoce más. El concursante catalán (de l'Hospitalet) de la segunda edición de Gran Hermano tiene el dudoso honor de ser el primero expulsado del reality por motivos de convivencia. La productora entendió que había agredido a su pareja dentro de la casa, Fayna. Años después se casaron, tuvieron hijos y se divorciaron. Ahora un Juzgado de de Las Palmas lo ha imputado por delitos de amenazas y vejaciones a Fayna. La chica dejó Catalunya para volver a su casa, en Canarias, con los dos hijos de la pareja, de 8 y 11 años. Hasta allí ha ido Carlos y ha seguido con los maltratos que lo han llevado al juzgado.
Hace tiempo que Carlos Navarro dio apoyo a Ciudadanos en vídeos electorales de Albert Rivera al lado de Javier Nart, Juan Carlos Girauta o Arcadi Espada. El Yoyas contribuyó a las elecciones municipales de Vilanova del Camí, cerca de Igualada. Sigue residiendo en Catalunya donde se lamenta que su ex "No me dejó ver a mi hijo porque a esta señora no le salió de las narices, textualmente dijo: "No me sale del co...". La jueza de las islas ha investigado llamadas telefónicas y ha tomado declaración a los menores antes de decidir acusar formalmente a Navarro. El catalán de 42 años era conocido por la onomatopeya de dar dos bofetadas: placa, placa.
En el auto judicial avanzado por el digital Jaleos la jueza escribe "En varias ocasionas la golpeó dándole puñetazos y patadas, llegando a ponerle un ojo morado en una ocasión, y en otra en amenazarla con clavarle el mechero, además de vejarla habitualmente con insultos (...) violentaba a su mujer en presencia de los dos hijos comunes menores de edad, quienes también han sido objeto de continuas vejaciones por parte de su padre". Un panorama dantesco.
Fayna ha rehecho su vida con otro hombre. El Yoyas sólo reconoce haber amenazado "a una tercera persona". La justicia tiene la palabra.