La tarde del 29 de abril ha sido muy movida en 'Sálvame'. Como cada día desde hace semanas, por el mismo motivo: el testimonio de Rocío Carrasco en el documental de 'La Fábrica de la Tele'. Los tertulianos que ponen en duda la versión de Rociíto se exponen a broncas monumentales: algunos, como María Patiño, por confrontar el relato de la protagonista con sus investigaciones periodísticas acaban sufriendo emboscadas y ataques de pánico. Otros, sin embargo, lo hacen por convicciones de tipo político y por amistad con Antonio David Flores, como el paparazzi Antonio Montero. Un hombre que ha demostrado en más de una ocasión su adhesión a las teorías más rancias y machistas de VOX, cosa que le costó una de las reprimendas más brutales de la historia del programa, cuando Jorge Javier Vázquez acabó exclamando aquello de "rojos y maricones". Este es uno de los grandes problemas del huracán Carrasco: todos aquellos que dudan acaban en el mismo saco. Y no tendría que ser así.
"Papá, ya está hecho". Esta frase, atribuida a Rocío Flores justo después de apalear a su madre, hizo reventar el cargado ambiente del plató. Montero cree que era la forma de Flores de avisar al padre de que se marchaba para siempre de casa de su madre, con la que tenía una relación terrible: "no me puedo creer que Antonio David le dijera a su hija: pega a tu madre". Una teoría que Carlota Corredera, principal altavoz y defensora de Carrasco, no dejó pasar por alto. "¿Quién eres tú para ponerlo en duda? Si no te lo puedes creer, estaría bien que dijeses soy negacionista. No pasa nada, tenéis que dar un paso adelante y que el público lo sepa". Empezaba un enfrentamiento directo y a la yugular entre ambos. Corredera lo sentenciaba: "hay cosas que se pueden respetar y otras que no", a lo cual Montero replicaba desafiante: "respetamos solo lo que tú quieras". La temperatura llegaba a su punto máximo cuando Antonio equiparaba la violencia contra las mujeres con los escasísimos casos en la inversa, el asesinato de hombres o criaturas a manos de las progenitoras. La gallega brotaba: "¿tú sabes quién es José Bretón? ¿Sabes que los jueces dijeron que no era un maltratador psicológico, y que después quemó a sus hijos vivos para dañar a su mujer? ¿Podemos tener cuidado cuando hablamos de la justicia con la violencia de género? Me parece vergonzoso que haya que sacar un caso aislado para negar la violencia de género. Me niego. ¡Me niego!". Montero tuvo que callar, haciéndose pequeño, pequeño, pequeño.
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Carlota estuvo muy acertada, pero lo que decíamos: no todos los que duden sobre el testimonio deben ir al mismo saco de Montero y compañía. Una cosa es el debate sano y abierto; la otra, la propaganda 'machirula'.