'Sálvame' está viviendo su temporada más convulsa en 13 años de trayectoria. Era cuestión de tiempo: a medida que las audiencias disminuyeran, el la hostilidad iría creciendo. Exactamente lo que ha pasado desde hace algunos meses: Antena 3 le ha birlado la cartera del liderazgo y el programa de cotilleo ha sido una de las víctimas más preciadas. Los nervios, la tensión y la mala leche se instalaron en la cadena de Vasile, y empezaron a rodar cabezas. Tres salidas de históricos dejaron a todo el mundo boquiabierto: los directores Alberto Díaz y David Valldeperas y la presentadora Carlota Corredera. No ha pasado más de mes y medio desde aquella medida, pero los dos primeros ya han sido reincorporados. Ahora bien, Corredera sigue sin trabajo. En paro. Con todo el tiempo del mundo, vaya.
Este paréntesis profesional no parecía entrar dentro de los planes de la comunicadora, objeto de muchas críticas por su posicionamiento a favor del testimonio de Rocío Carrasco. Su salida se vendió como un paso hacia nuevos retos televisivos dentro de 'La Fábrica de la Tele'. Se habló de un nuevo formato que, a estas alturas, está parado. ¿Qué hace la de Vigo, mientras tanto? Viajar mucho. Y muy lejos: Tanzania y Kenia. No está nada mal. Ahora bien, también tiene tiempo para reencuentros con las antiguas compañeras de Telecinco.
Es precisamente lo que ha hecho Carlota: un reencuentro con dos presentadoras y amigas de toda la vida: María Patiño y Terelu Campos. No han pasado sed, eso queda claro en la imagen. La hidratación estaba garantizada, y no es un detalle menor, porque da la impresión que el trío dedicó su tiempo al deporte favorito en aquel plató: 'rajar' de todo y de todos. Chismorreo, confidencias, secretos de los pasillos de la cadena, incluso desgracias como el accidente de Belén Esteban o el sufrimiento de Kiko Matamoros en 'Supervivientes'. Y evidentemente, el culebrón de Marta Riesco, Antonio David Flores y Rociíto. 'Mucha plancha'. Estarían distraídas.
Esta situación de inactividad no está pasando factura a Corredera, cuando menos por lo que podemos observar en sus imágenes. Fuera del circuito de peleas y escándalos habitual de Mediaset, la vida baja de revoluciones y el cuerpo y la mente lo agradecen. La vemos pletórica, diferente, liberada y radiante. Telecinco, por lo tanto, parece perjudicial para la salud. Quizá ya le va bien no volver nunca más. Pero seguro que el gusano de la tele pesa más que la tranquilidad del alma. Vamos, que estará deseando volver a ponerse frente a las cámaras. Una meta que, ahora mismo, parece lejana.
Seguro que las tres amigas han hecho más de un traje a medida. Vete a saber si había micrófonos a su alrededor, la especialidad del programa. Estas conversaciones valdrían mucha pasta.