La presentadora de Cámbiame acaba de publicar la mejor promoción de su programa de cambios de look: enseñarse sin maquillar. El formato de La Fábrica de la Tele peligra por las malas audiencias y por fallido el cambio de formato, pasando a ser en directo y con nuevos expertos en imagen. Se mantiene por debajo del 10% y eso es veneno para Paolo Vasile en Telecinco. La presentadora fetiche de Óscar Cornejo, dueño de la productora, dirigió y/o presentó multitud de sus programas (Sálvame, Hormigas blancas, Deluxe, Hable cono ellas, Las Campos...) y protagonizó una historia de superación dejando atrás su obesidad. Ella misma se encarga de enseñar el camino pulblicando manuales de dietas. Ahora demuestra que el maquillaje también es importante:

El programa no aparece nunca entre los más vistos de antes de comer, a ratos lo supera Arucitys o casi siempre La ruleta de la suerte o Corazón de TVE. En Cataluña el TN mediodía lo triplica. Corredera tiene seguidores y detractores, no tanto por lo que dice, como Jorge Javier, sino por qué representa. Hace el trabajo de manera profesional pero sin sello propio. El programa ha tenido polémicas, como cuándo rechazó cambiar a un catalán que lucía un lazo amarillo en la solapa, y muchos añoran a la catalana Marta Torné a quien sustituyó.

El antes y después más evidente de la TV desde el de Letizia Ortiz. Corredera no se esconde y es ella quien se muestra al natural. Gorda, delgada, maquillada o pintada como una puerta. Las redes protestan que todo lo presente ella. En época de estrellas que se lo creen demasiado, aire fresco con una presentadora que es portada de revistas en bikini a los 43 años y no por el 90-60-90 de Alba Carrillo, ni por las operaciones de María Patiño, ni por la incontinencia verbal de Jorge Javier. El equipo de Cámbiame tiembla por si cierran el programa pero ella seguirá allí, como el dinosaurio de Monterrosso.