La periodista de Mediaset, Carme Chaparro, ha puesto la piel de gallina a todos sus seguidores en las redes sociales durante la mañana del sábado 24 de abril. El motivo no es otro que la última publicación que ha compartido en su cuenta de Instagram. La de Salamanca, que estudió periodismo en Barcelona, ha recordado el durísimo momento que vivió hace casi 20 años cuando alguien anónimo, de manera constante, le mandaba cartas a su casa deseándole la muerte.

Carme Chaparro, Mediaset

"Hoy, tirando cosas viejas, he encontrado esto. El primer capítulo de lo que se convirtió en amenazas de muerte", empieza diciendo la ahora presentadora del programa Mujeres al poder. "El hombre que lo escribió, hace casi 20 años, me estará leyendo. Sé que fuiste tú. Y sigues siendo un mierda", añade Chaparro más valiente que nunca. Una publicación en la que muestra una de las muchas cartas, llena de insultos y escritas en ordenador, que dicha persona le hacía llegar. "Estás cada día más vieja y eres una inútil como presentadora. Tus compañeros de Telecinco no te soportan". Adjuntamos foto: 

Perfil de Instagram de Carme Chaparro

Un terrible episodio en la vida de Chaparro que duró varios meses y que Carme optó por no contar a nadie. Aunque asegura que "vomitaba del miedo que tenía". Pero todo cambió el día que la de Mediaset se fijó, según cuenta, en el matasellos de las cartas. Pues se dio cuenta que la persona que deseaba su muerte era alguien que viajaba mucho. Alguien a quien ella conocía. "Resulta que los lugares y las fechas coincidían con la gira promocional de alguien que trabajaba muy, muy cerca de mí", confiesa. Un hallazgo que sirvió para que Carme aparcara el miedo a un lado y se sintiera mucho más poderosa. "Él no sabe que yo lo sé. Y alguna vez que nos hemos encontrado, porque afortunadamente está muy lejos de mí vida ya, viene a saludarme como un perrito faldero. Así que, amigas y amigos, denunciad. Las amenazas no se toleran, nunca. Porque ese ser quizá se lo esté haciendo ahora a otra mujer", sentencia Chaparro​. Sencillamente valiente. Esa es la palabra. Aplausos.