La presentadora Carme Chaparro vuelve a sonreír. Parece que ha dejado atrás uno de los problemas que más le afectaban desde hace años: sufría un trastorno auditivo en el oído derecho, conocido como el Síndrome de Ménière. Una enfermedad que le provoca mareos, un sonido de rugido conocido como tinnitus, sensación de presión y dolor, y pérdida de la audición. La exconductora de Cuatro al Día se había quedado prácticamente sorda de uno de los oídos, especialmente en determinadas frecuencias, como la del teléfono móvil o el 'pinganillo', un intercomunicador muy popular en televisión. Este obstáculo no es nuevo, y le ha acompañado durante la práctica totalidad de su vida. Lo detectaron durante una revisión en el otorrinolaringólogo tras una intervención en las amígdalas, aunque siempre había sufrido molestias en la zona. Incluso tuvo que aprender a escuchar: "si estoy hablando contigo, me tengo que concentrar para escucharte. En un sitio donde hay mucho ruido, en un bar por ejemplo, no logro entender a la gente, así que me tengo que fijar en los labios o acercar mucho".
Pues bien, Chaparro ha encontrado la solución que le ayudará a recuperar la normalidad y dejar de sufrir molestias. De hecho, la luce orgullosa. Carme se ha colocado un audífono prácticamente indetectable para la vista, pero muy efectivo. Y ha presentado en sociedad a su nuevo compañero de viaje haciendo un alegato por la normalización de este tipo de remedios. El texto que acompaña a la imagen está lleno de optimismo y es muy alentador: "¿A que no se ve? Ni siquiera con coleta. Perded el miedo. O la vergüenza. O el sentiros viejos. Yo tengo 48 años. Y no me siento mayor para nada". Los problemas de audición, aparte de la incomodidad o de incapacitarnos para determinadas actividades, también tienen una componente social que hace más difícil superarlo. Y ejemplos como el que acaba de compartir la comunicadora seguro que es muy útil para todos aquellos que se encuentran en situaciones similares.
Ni vieja, ni miedosa, ni avergonzada. Carme es optimismo y se merece que le pasen cosas buenas. Bastante porquería ha tenido que tragarse en Mediaset. Ya es hora de que sea feliz.