Carmen Calvo sigue mandando en funciones. España vive con un gobierno provisional y la vicepresidenta no renuncia a ejercer de la mujer con más poder del país. Desde los tiempos de la primera vicepresidenta en España, María Teresa Fernández de la Vega, la prensa siempre ha jugado a señalar la ropa cara que escogen las números 2 del Ejecutivo: De la Vega, Soraya y ahora Calvo. El último escándalo tuitero ha sido por un cinturón de la marca de lujo Hermès. La hebilla con la enorme letra hache es tan visible que le ha costado una campaña de desprestigio a Calvo:
La web de Hermès recuerda que la piel es de cocodrilo y la hebilla está bañada en oro. La campaña en twiter y medios de la derecha ha sido veloz:
La guerra en las redes es porque hay un modelo de la misma marca idéntico pero sin oro ni cocodrilo a un precio más económico y algunos quieren pensar que Calvo lleva el baratito de 700 euros:
Los medios de derechas no dudan de que es el de 3300 euros (Cope, La Razón y Forocoches). A primer vistazo no parece que Calvo lleve oro al ombligo como si fuera Trump. Soraya Sáenz de Santamaría ya demostró que se puede ser pija y vicepresdienta: el bolso que ocupó el escaño de Rajoy a la moción de censura era de Loewe y rondaba los dos mil euros. Este sí, ni un euro menos.