Nueva entrega de 'Lazos de Sangre' en TVE, en este caso con un programa dedicado a la casa real inglesa. Un tema aparentemente inofensivo, sobre todo comparado con el escándalo infinito de sus colegas españoles, pero que ha levantado polvareda por las opiniones rancias, clasistas y machistas de dos de las invitadas al debate conducido por Boris Izaguirre: la pareja formada por Carmen Lomana y Ágatha Ruiz de la Prada. La retahíla de sandeces ofensivas de la dupla ha enfurecido a parte de la audiencia, despachándose a gusto en las redes sociales.
Lomana y Ruiz de la Prada se han dedicado a zurrar a dos figuras de los Windsor, precisamente dos mujeres que abjuraron de la monarquía: Diana de Gales y Meghan Markle, a las que nombran plebeyas (equivocadamente) y con tono despectivo. ¿Explican lo mismo de Letizia? Seguro que no. De Lady Di dijeron que era una mujer "de perfil bajo", que se hacía la mártir y que no entendían la fascinación del pueblo por ella. Penoso: "gente que no ha conocido a la princesa, ¿por qué lloraban tanto? Es cursi", decía la diseñadora, mientras la socialité le reía la gracieta, justificando los cuernos del príncipe Carlos. En el caso de Meghan (y el expríncipe Enrique), las reflexiones iban por los mismos derroteros, dudando de que pueda mantener el mismo nivel de vida fuera del paraguas de la casa real. Una clase magistral de prejuicios cavernarios que han acabado con la paciencia de los espectadores. Muchos de ellos apagaron la tele, hartos de escucharlas.
Si Ágatha y Carmen son las voces más autorizadas para defender las monarquías, están perdidos. Son ell fin de estos regímenes medievales.