Tita Thyssen ya tiene lo que siempre había querido: un Museo Thyssen en su ciudad, Barcelona. Ha derramado su colección por los lugares que ama, Sant Feliu de Guíxols, Andorra, Málaga o Madrid, pero quedaba una sede en la capital de Catalunya. Tita es la celebrity catalana más poderosa, multimillonaria, famosa y reconocida. No ofrece escándalos, solo cuida a sus gemelas de 18 años Carmen y Sabina, que son las herederas, ella dice que a partes iguales, con su hijo Borja. Pero el cierto es que una vez más, por|para el gran acto de presentación del Museo Thyssen en Barcelona, seguro que será el último que abrirá en vida de la baronesa, solo la ha acompañado su hija Carmen, estupenda, maravillosa, educada, a la heredera. Borja se ha apartado por la polémica del origen genético de las niñas y Sabina, la otra hermana, es tan tímida que prefiere dedicarse a la pintura con los pinceles. Carmen lucía con luz propia en el Salón de Cien del Ayuntamiento:
El Museo estará en el cruce más potente de Barcelona: Pg de Gracia Grande Vía, en el antiguo Cine Comedia, no podrá abrir al público antes del 2027. Tita se ha referido a la anécdota que su nuevo museo se instalará en el edificio que ocupó el Cine Comedia, donde ella, como barcelonesa de nacimiento, había ido a ver películas, algunas de su primer marido, Lex Barker. Carmen hija ha eclipsado la belleza de Carmen madre con un look impresionante: Madre e hija han optado por vestidos en tonos crema en vez del clásico vestido. La Baronesa ha llevado un diseño beige amplio con camisa a juego y zapatos bicolor mientras que Carmen ha combinado una americana blanca con hombreras amplias y ciñe ceñida con unos pantalones beige, stilettos brillantes y un clutch dorado de Saint Laurent.
Tita Thyssen a los 81 años está cediendo su lugar a la hija mayor, que se llama como ella. Sabina, la pequeña, que debe su nombre a la abuela de Tita Thyssen, es más reservada. Según ha podido saber en exclusiva EN Azul de personas que han estado en actos de las chicas, Sabina también está presente en muchos actos con su madre y con su hermana mayor pero no lleva bien la atención de la prensa y cuando llegan a una persona del servicio de seguridad de la baronesa acompaña Sabina Thyssen en un rincón apartado de los periodistas y la gente. A Sabina, también de 18 años, no le gusta ser el centro de atención, las aglomeraciones ni los flashes, como si sufriera alguna agorafobia. Una familia catalana. Carmen, pletórica, segura de ella misma, guapísima, estudiando ADE y seductora. Ha nacido una famosa y la baronesa Thyssen es muy consciente: le ha cedido la Corona.