El año 2022, los espectadores catalanes conocimos y nos enamoramos de una actriz y presentadora que nos robó el corazón: Carol Rovira. Aunque ya hacía tiempo que triunfaba en su faceta como intérprete, con alguna aparición en La Riera, haciendo el papel de la 'Susi' o especialmente, por su papel en Amar es para siempre y su spinoff Luimelia, donde se hizo famosísima haciendo el papel de Amelia Ledesma, pareja en la ficción de 'Luisita', interpretada por la actriz Paula Usero. Pero hace tres años fue uno de los fichajes más acertados del programa más exitoso de los últimos años, Eufòria, donde ella hacía de coach de interpretación, pasando después a ser uno de los miembros del jurado.

Presentadora ocasional del talent musical de TV3, también ha presentado Eufòria Dance y La gran velada. Sonrisa de oreja a oreja, los rizos más famosos de Televisión de Catalunya, la de Camarles se nos ha vuelto a meter en el bolsillo con su conversación deliciosa con Núria Moliner en un programa de nueva hornada de TV3 que vale mucho la pena, Entre quatre parets, una especie de El convidat de Albert Om o La casa dels famosos de Julià Peiró, donde la arquitecta y presentadora charla con los invitados en sus casas, y donde el espacio, la arquitectura, la forma, el diseño de la vivienda, tiene una importancia primordial. Por las paredes de este Entre quatre parets podemos ver a Bob Pop o el ex del Barça Bojan Krkic, que mientras mostraba su piso decía que "Fue el primer piso que me compré cuando vine a Barcelona por cómo está distribuido, lo reformé y de cuatro habitaciones pasó a tener dos. Los colores, las texturas de los muebles, todo está pensado para que cuando vengo me aíslo de Barcelona y del Barça. Es un oasis. Cocino poco, pero disfruto en la cocina, tengo cerámica de Japón. Tengo tatuado dos conceptos japoneses, dejar de pensar en qué ha pasado o lo que tiene que venir. Te enseñan la importancia del momento actual, que es irrepetible".

Bojan y nuria tv3
Bojan TV3
Bojan muy blanco, TV3
Bojan TV3

Bien diferente ha sido la casa que nos ha mostrado Carol. Y es que el abuelo de la actriz tenía una chabola en los arrozales de Deltebre. Un lugar muy especial para ella:

Con los años, la familia lo ha ido convirtiendo con sus propias manos en una casita de lo más acogedora. Como dice Moliner, "la palabra barraca puede sonar un poco mal, pero según el DIEC es una casita rústica que sirve de cobijo a los campesinos y el ganado y donde se guardan herramientas y utensilios". Y eso era exactamente lo que tenía la familia de Rovira en el Delta del Ebro. "Un pequeño habitáculo donde su abuelo comía y dormía al lado del caballo con quien cultivaba el arroz". Con la llegada de las máquinas, el padre de Carol decidió reformar la barraca familiar, "y como era paleta, lo hizo con sus propias manos, sin planos ni nada". Así, en la antigua chabola montó una cocina y una cama de madera, añadieron una galería comedor y una cocina exterior, y placas fotovoltaicas. Una maravilla de casita, una preciosidad que Carol ha mostrado feliz.

Otro rincón imprescindible para Carol es este, una acequia. Como ella dice, "¿Quién necesita una piscina de lujo cuando hay una acequia al lado de casa?". Carol Rovira siempre lleva a los invitados a bañarse al "tubito", el canal que pasa por el lado de su casita familiar en el Delta. Todo son ventajas: vista 360 y ningún turista fisgón mientras se riegan los arrozales.

Carol Rovira ya puede estar bien orgullosa. No solo de la barraca transformada en casita preciosa, que también, sino especialmente, de su familia, del padre y el abuelo, de la voluntad de crear con sus propias manos su lugar para vivir. Carol Rovira y familia, maravillosos. Como la casita.