El culebrón de Ana Obregón en realidad oculta un drama, el de una muerte brutal por prematura y el de la soledad de una madre sin pareja ni más hijos. Obregón se ha hartado de decir que es bióloga y conoce la capacidad de la Ciencia para apaciguar su vacío: una criatura nacida del esperma del difunto Aless Lequio. La certeza es que el chico guardó material genético en un banco de semen porque es un protocolo habitual en enfermos de cáncer, advertidos que conserven esperma por si la quimioterapia los deja estériles. Por eso Carolina Monje, la última novia de Aless, la "viuda", catalana y emprendedora, acompañó a su novio al banco de esperma porque era protocolo, no porque supiera que Aless quería tener hijos post-mortem. Un deseo de posteridad muy tétrico excepto en un caso, cuando es para inseminar a la mujer del difunto el año posterior a la muerte. Pero no es el caso, Carolina Monje no quiso saber nada de los hijos de su novio y, por supuesto, ni se planteó ser la madre. No quiso inseminarse del muerto para no tener hijos sin padre. Ha pasado página y está a punto de casarse con otro chico que, casualmente, también se llama Álex.
Monje ha rehecho su vida pero su entorno ha confesado a Vanitatis qué hay de cierto en la rocambolesca última voluntad de querer tener hijos sin padre ni madre de un moribundo de 27 años. Lo que dice Monje es que conocía los planes de Ana Obregón, pero no dice si eran los planes de su novio. No cuesta creer que Ana Obregón le pudo plantear si quería ser la gestante de los hijos de su difunto novio. En el mundo paralelo que se ha organizado Ana Obregón para sobrevivir todo es posible. No hacía falta que a los 71 años su hija fuera hija biológica de Aless. Solo sirve para explicarle a la niña que su padre la protege desde el cielo y que duerme en su misma habitación, como no se cansa de repetir Ana Obregón.
Ana Obregón dejó de seguir a su ex nuera en Instagram cuando supo que se casaba. Lo vio una puñalada a la memoria del muerto. Pero la joven afirma que mantienen una relación cordial: "Es cierto que la relación no es tan fluida como antes, pero eso no significa que se hayan dejado de tratar; también las circunstancias han cambiado. Ana y Carola siempre tendrán algo en común y es la insistencia en cumplir los objetivos que Aless se puso. Si no se tuviesen cariño, Carola nunca la habría ayudado con la fundación”. Sobre la pequeña Ana Sandra, el bebé, "“Carolina era consciente de los planes de Ana Obregón desde el principio, pero se quiso desmarcar por completo de esta decisión. Uno de los planes que Carola y Aless tenían como pareja era ser padres, ambos adoran a los niños. Por eso, cuando a Aless le contaron que tenía que volver a someterse al tratamiento y los riesgos del mismo en cuanto a la paternidad, tomaron la decisión de congelar su esperma. Tenían una confianza plena en que simplemente sería un bache más y podrían cumplir su deseo”.
Por lo tanto Carolina Monje desenmascara a Ana Obregón. Es cierto que Aless y ella querían ser padres pero si los dos vivían, no reconoce la voluntad supuesta de ser padre post mortem. Cualquiera de nosotros puede ponerse en el lugar del enfermo de cáncer: ¿querríamos tener un hijo años después de nuestra muerte, hijos sin padre ni madre y que se ocupe una abuela? Todo el mundo tiene una respuesta a esta pregunta. Y la gran mayoría responde lo mismo: no.