Asegura monsieur Manuel Valls que "ser catalán es una buena forma de ser español". Lo repite en sus discursos en Sociedad Civil Catalana como un dogma de fe. Sentimos enormemente chafarle la guitarra, señor concejal. Y no es por llevarle la contraria gratuitamente, sino porque la realidad deshace su arenga con datos y hechos objetivos. Hechos que se repiten cada día y que no encontrarán en los medios de comunicación españoles. El deporte favorito en la 'meseta', practicar la catalanofobia, el insulto, el ataque, el menosprecio constante a la cultura e identidad catalanas. Pueden mirar hacia otro lado, ponerse de perfil y hacerse 'los suecos', pero pasa día tras día. En todas partes. El último episodio lo ha sufrido un conocido locutor y disc-jockey catalán, una de las voces de la famosa radio musical 'Los 40 Principales': Adrià Ortega. Lo que no se esperaban sus 'haters' es que Ortega les hiciera frente.
"Os juro que esta intolerancia me repugna". Ortega no se ha mordido la lengua ni se ha dejado una coma definiendo lo que le produce todo este odio contra Catalunya. Valiente y rotundo. Hasta las narices, por no decir otra cosa, de tener que poner buena cara y callar ante el acoso que ha sufrido en antena, cuándo ha cometido la temeridad de pronunciar palabras en su lengua. Un sacrilegio para los ultras que siguen la cadena musical, que eso sí, demuestran que aquello de que la música calma a las fieras no es verdad. La mala sombra les tiene poseídos y enfermizamente obsesionados. Ortega ha recibido el apoyo de muchos seguidores, y también leer algunas tonterías del sector españolista en torno a su indignación.
Una nueva y triste página de una historia interminable y silenciada por todos aquellos que acusan a Catalunya de todos los males de la humanidad. Desgraciadamente, pronto tendremos que explicar un nuevo episodio.