Este miércoles en El Chiringuito iban calentitos. A los culés solo nos faltaban palomitas para ver las caras de la bancada madridista con el nuevo ridículo de Mbappé y el Real Madrid, que perdió en San Mamés contra el Athletic Club por 2 a 1 con el jugador francés volviendo a fallar un penalti, como hizo la semana pasada en Anfield contra el Liverpool. Los jugadores blancos desquiciados, los tertulianos merengues desquiciados y Pedrerol tratando de ser suave para no hacer sangre, porque tonto no es, y sabe que buena parte de su público es del Madrid. Ayer, colaboradores como Javi Balboa, Alfredo Duro o José Luis Sánchez no sabían dónde ponerse ni qué cara poner con un nuevo partido esperpéntico de los de Ancelotti.

Quedémonos con este último tertuliano. Un José Luis Sánchez que sin duda, es el que tiene más mala sombra dentro de la tropa madridista de Pedrerol. Un periodista a quien a menudo se le ve especialmente resentido con todo lo que tenga que ver con el Barça o Messi..., pero también con Catalunya. A menudo ha dejado ver la catalanofobia que tiene dentro, con comentarios destinados solo a ser venenosos, por ejemplo, sobre nuestra lengua. Cosa que se ve cada dos por tres cuando le toca el turno de hablar del Girona. No ha sido ni la primera ni será desgraciadamente la última vez que Sánchez, cuando habla de la ciudad de Girona, la castellaniza, "Gerona", con la excusa que "el club es Girona, pero la ciudad puedes decir las dos cosas". Estaban comentando el próximo calendario del Madrid: "El Madrid juega el sábado en Gerona". Incluso su compañera Ana Garcés le dice: "Es que se equivoca, Jose. Le quiero corregir porque el pobre lo ha dicho cuatro veces mal. Es Girona. No cuesta mucho. Es fácil". Maravillosa. Bravo por ella. Y él, como si le entrara urticaria, ofendido: "A mí, ni me corriges esto ni me llamas pobre. Yo estoy hablando en español". Y sigue diciendo imbecilidades:

Ana Garcés le recrimina a José Luis Sánchez que diga 'Gerona' MEGA
Ana Garcés le recrimina a José Luis Sánchez que diga 'Gerona' MEGA

"Por fortuna, hasta que nos dejen, hablaremos en español, que queda poco ya, pero hasta que nos dejen seguiremos hablando en español. Yo sé que los hispanohablantes cada vez tenemos menos derechos en este país"... Delirante. Hay que ser poca vergüenza. Como si el español estuviera en peligro de extinción. Es lo que tiene ser un catalanófobo intolerante, que le cuesta decir Girona, le cuesta decir una en lugar de una e. Incluso Pedrerol lo humilla: "Llámame José, que Josep te molestará. Tenemos varias lenguas en España y estamos orgullosos de todas ellas". Que alguien le diga a este indocumentado que el nombre oficial, recogido en el BOE, es Girona.

 

Y sí, sabemos que se tiene que decir Girona en textos oficiales y que en textos escritos o mientras se habla, se puede decir Gerona, pero es vergonzoso que él, deliberadamente, insista, siendo plenamente consciente que negándose a decirlo en catalán, los españolitos le darían golpecitos en la espalda. Y como decíamos, no es la primera vez. Miren qué pasó hace tiempo con Jota Jordi:

Es una cuestión de respeto. Una cosa que Sánchez no tiene ni tendrá.