Si en algún momento había parecido que el distanciamiento entre hermanos todavía se podía revertir, la ruptura en el seno de la Casa de Alba es ahora irreconciliable. Después de años de disputas con su familia, Cayetano Martínez de Irujo ya no quiere saber nada y ha decidido deshacerse de los vínculos comerciales que todavía les unía. Así que ha vendido a su hermano mayor y actual duque de Alba, Carlos Fitz-James Suart, su parte del negocio familiar, según han podido saber los digitales Informalia y Vanitatis, antes de desentenderse de ellos para siempre.

Cayetano Martínez de Irujo se vende su parte del negocio familiar y se distancia, todavía más, de sus hermanos | GTRES

Cayetano no se habla con sus hermanos desde que falleció su madre, la entonces duquesa de Alba, en noviembre del 2014. Si la relación entre ellos ya era suficientemente mala, hace seis años que se nula. El motivo, el dinero. La desaparecida aristócrata le encargó a él la responsabilidad de sanear las cuentas de la familia, y allí empezaron los malentendidos. El duque de Arjona proponía medidas económicas que sus hermanos rechazaban pero que tenían el visto bueno de la matriarca, que era quien tenía la última palabra. Así subastaron el mobiliario del lavabo de casa, estilo art déco, por el cual ingresaron seis millones de euros, por ejemplo, y abrieron una empresa para comercializar productos gastronómicos gourmet elaborados en sus fincas.

La duquesa de Alba encargó a su hijo Cayetano el saneamiento de las cuentas familiares | GTRES

Es precisamente esta empresa la que ahora Cayetano ha decidido vender al primogénito, Carlos. Negocio redondo: le coloca su parte por 300.000 euros, su hermano se queda también con la deuda de un millón que le correspondía a él y además rompe el último vínculo que, todavía hoy día, los podía mantener mínimamente unidos. En el portal del corazón de El Confidencial, Paloma Barrientos lo entrevista para que explique la causa de la venta y la situación actual de su relación: "No he tenido más remedio porque mi hermano no ha dado ninguna facilidad. Todo ha sucedido de forma opuesta a como yo había imaginado y mi madre también. Una marca que ofrecí a mis hermanos para que entre todos la sacáramos adelante y ninguno quería contraer ningún riesgo. Como les parecía difícil, asumí yo todos los contingentes que pudieran llegar", responde a las preguntas de la periodista.

Cayetano y su hermano Carlos, en el funeral de su madre. No han vuelto a hablar desde entonces | GTRES

Cuando inauguró el negocio, los hermanos no estaban de acuerdo. Pero cambiaron de idea tan pronto como empezó a funcionar. Entonces lo arrinconaron, protesta: "Cuando murió mi madre me di cuenta de que iba a ser complicado defender una marca cuando no puedo acceder a los archivos y no puedo presentar productos en ninguno de los palacios porque me los han cerrado". Cayetano, vetado por su propia familia. Añade: "Lo más llamativo es que no tengo contacto con el titular, que dice públicamente que la Casa de Alba solo son él y sus hijos. Soy como un salmón nadando a contracorriente, no en un río, sino en una catarata. Tirando de una marca con un titular inexistente". Carga contra su hermano Carlos y también contra Jacobo, conde de Siruela: "Él es el eslabón perdido. Era el más pasota, el más reivindicativo, y al final es pura contradicción y mi pobre madre lo sufrió los últimos años". Últimamente tenía en mente una nueva iniciativa, vender vajilla inspirada en los palacios de la Casa de Alba. Una idea a la que sus (hasta ahora) socios no hicieron ni caso.

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Asegura que ya no puede más y que tira la toalla pensando en sus hijos y en su salud: "Después de la última operación me di cuenta de que tenía que mirar por mí y mis hijos. Desligarme completamente porque estaba mi salud en juego. Me han devuelto el dinero que yo puse y Carlos se ha subrogado al crédito que se pidió para cada marca". De ahora en adelante, el duque de Arjona se centrará exclusivamente en sus negocios agrícolas, que intentará hacer remontar después de meses de confinamiento y en plena crisis económica por el coronavirus.