Cada vez que Cristiano Ronaldo le hace un regalo a su mujer, da que hablar. Y mucho. Hace un tiempo le regaló el anillo de diamantes más caro del mundo: 700.000 euros, de la firma Cartier. Ahora, Georgina Rodríguez acaba de soplar velas. Ha celebrado su 27.º cumpleaños, una fecha que su pareja ha querido celebrar por todo lo alto, pasándose por el forro las restricciones.
El jugador portugués de la Juventus está siendo investigado por la policía italiana por saltarse las restricciones de movilidad debido a la pandemia. La pareja estuvo dos días en la localidad de Courmayeur, municipio situado en el Valle d'Aosta, una zona que se encuentra en la que se conoce como zona naranja de las restricciones anti-covid. Además, al vivir en Turín, no podía abandonar la ciudad excepto por cuestiones profesionales, cosa que no es el caso. ¿Qué le puede pasar? una multa que le hará cosquillas en los bolsillos de Cristiano.
Al ex del Madrid no le preocupan las sanciones. Y quiso que su pareja quedara sorprendida en una fecha tan especial. Por eso, aparte de la celebración con los hijos de la pareja, tal como describe Vanitatis, el jugador, horas antes de la medianoche, hizo que llegaran a casa por sorpresa docenas de rosas rojas.
Y Georgina, derretida, le dedicaba un "amor mío" en redes. Y minutos después, una romántica cena a la luz de las velas, mesa decorada con pétalos de rosas y más flores, y flores. Muchas flores. Decenas de flores. Quien sabe si quizás, 27 ramos de flores en honor a los años de su amada.