Cuando el unionismo se pone de acuerdo contra el independentismo no hay rehenes: disparan a matar. Manuel Valls se ha abrazado al socialismo y a los comunes desde la lista de Ciudadanos para evitar a un Maragall alcalde. Valls votará el tándem Colau-Collboni para gobernar Barcelona con tres votos: el suyo, el de una ex de Unió y el de un exministro de Zapatero: Celestino Corbacho. Otro exministro de ZP ha publicado una insultante columna en el diario El Mundo que Manuel Valls aplaude con las orejas: Cesar Antonio Molina.
Fantástico César Antonio Molina en @elmundo.es "Sin perdón. Sin contrición". https://t.co/NLLWckJu4j
— Manuel Valls (@manuelvalls) 14 de junio de 2019
El que fue ministro de Cultura de ZP habla así de quién fue consellera de Cultura de Torra: "Xenófobos en Jaguar animando a los tractoristas a manifestarse -como esa tozuda e inculta Laura Borràs, oprobio para la universidad-, totalitarios, fanáticos, sectarios, mentirosos, cobardes". El resto de la columna es una secreción indigna de quien ha dirigido la Cultura. Insulta uno por uno a todos los presos políticos: " "Los fanáticos y sectarios, como los aquí juzgados, solo tienen sus certezas inventadas para engañarse de una existencia mediocre e indigna". El culto columnista escupe todo tipo de adjetivos hacia Junqueras y el resto: "despreciables, perjuros, teatreros, traidores, destructoras, malévolos, violentos, mentirosos, liberticidas, asesinos..." y lo que más le gusta decir al señor Molina: "Culpables".
La evacuación de Molina, que hace añorar a la desaparecida Carmen Alborch, acaba con un "Hablar con otros interlocutoras. Los de ahora ya no sirven; han ido a parar al basurero de la historia". Molina se confunde, a la basura va la mierda. Como la suya.