Al exjugador del Barça y su esposa hace tiempo que todo les resbala. Verlos paseando por Arenys de Mar con sus cinco criaturas no es fácil así que han preferido quedar retratados en una de las biblias del corazón: Vanity Fair. A la feria de las vanidades en que han convertido su sobreexpuesta vida le faltaba una entrevista donde desnudarse del todo. Presidida por una foto familiar que parece sacada de un anuncio de detergente que quita las manchas de césped:

Maria, Joseph, Lia, Capri y Leonardo suponen el 2 a 3 del matrimonio. Como en un resultado de fútbol, los dos primeros hijos los aporta Daniella (43 años) de su exmarido multimillonario y los tres siguientes son de Cesc i Semaan (28 años). En la entrevista revelan cómo se conocieron. Ella era una mujer casada y él tenía novia desde hacía 7 años. El marido de una amiga de Daniella lo reconoció en Londres y quería una foto con el futbolista. Como no osaba pedírsela le dijo a Daniella 'La única capaz de hacerlo eres tú'. Semaan dice que no sabía quién era él. Pero consiguió la foto. Cesc reconoce que "cuando la vi me pareció la mujer más guapa del mundo". Dice que gracias a su fortaleza superaron obstáculos como ella como libanesa no tenía pasaporte británico. Esto es un obstáculo y el resto zarandajas.

Como buena WAG (Wifes And Girlfriends según los tabloides ingleses, para referirse a las jóvenes que merodean a futbolistas) fue acusada de cazafortunas. Ella responde 3 hijos después: "Mucha gente no apostaba por nosotros, pero se me olvidaba porque aporta negatividad". Eclipsaron la boda de Messi vestidos de nuevos ricos, y matarían para tener los followers de Piqué y Shakira. Cuando la acusan de exhibicionista Daniella responde: "Estoy enamorada de mi vida: No entiendo a la gente que no muestra su estado de ánimo". En Arenys se hacen cruces.

Para acabar, le hacen la pregunta inevitable sobre el procés. No es Xavi ni Piqué, Daniella lo tiene atado corto y Cesc se limita a decir: "En España el fútbol es una pasión, es complicado que un futbolista opine de temas políticos. Enseguida te malinterpretan. Como no se puede gustar todo el mundo, me quedo al margen". De Barcelona, Cesc sólo echa de menos a la familia y los amigos. En Can Barça, Arenys y Catalunya piensan lo mismo. Cesc sólo se moja en su yate.