Cesc Fàbregas está estos días en Barcelona. El futbolista del Mónaco ha viajado a Catalunya con la familia para bautizar a sus tres hijos Lia, Capri y Leonardo. El fiestón posterior a la ceremonia, con un gran banquete en el hotel Palace de Barcelona, toda una muestra de ostentosidad, muy lejos del voto de pobreza que predica el cristianismo.
Centros de mesa con un montón de flores violetas, velas para parar un tren y grandes candelabros colgando del techo; como elementos decorativos de una gran sala que bien podría ser una cámara del palacio de Versalles. En este caso, la corte de Luis XIV eran las decenas de invitados de Cesc y su mujer, Daniella Semaan. Entre los comensales, la familia Messi Roccuzzo.
Leo Messi y su mujer Antonella han compartido un montón de fotos y vídeos en Instagram para mostrar a sus seguidores el bautizo espectacular de los hijos de Fàbregas. El delantero del Barça y dos de sus hijos, Thiago y Mateo, vestidos casi idénticos. Americana y pantalones de color azul marino, y camisa azul cielo. Antonella, la madrina, con un mono blanco y negro, ajustadísimo, y un escote de infarto.
A la farra pomposa de los hijos de Cesc también acudieron Vanesa Lorenzo, pareja de Carles Puyol, y Elena Galera, novia de Sergio Busquets; muy amigos de Fàbregas y Daniella Semaan.
A la celebración no fueron los Piqué Mebarak. Las malas lenguas hace tiempo que aseguran que Shakira no tiene una buena relación con el resto de parejas de los jugadores del Barça. Pero la realidad es que si Gerard Piqué y la cantante colombiana no han ido al bautizo de los hijos de Fàbregas es porque se encuentran de viaje en algún lugar idílico que no han querido revelar.
Canapés, muchos dinero y música para amenizar la celebración. Lo que está claro que no sonó en la fiesta de los Fàbregas Semaan es el 'Waka Waka' de Shakira.