Los rumores cada vez pesan más en el matrimonio formado por Charlene y Alberto de Mónaco. Desde el inicio de su relación son muchos los medios que han hablado de un cierto interés. La nadadora sudafricana nunca quiso casarse con el príncipe de Mónaco, sin embargo se vio obligada. Tuvo que firmar un acuerdo donde aseguraba que se casaría y tendría como mínimo un descendiente. Además, debería estar casada cinco años para poder divorciarse.
Parece que ese tiempo ya se ha sobrepasado y Charlene de Mónaco tendría otros planes. Se le llama “la princesa triste”, y es que su rostro denota tristeza. La nadadora no es feliz al lado de Alberto, ni ahora ni nunca. Por este motivo, apuntan que desearía irse a vivir a Suecia, en solitario. Alberto de Mónaco acepta esas condiciones, pero los niños se quedarían con él. Solo viajarían con su madre en verano, no obstante, podría verlos siempre que quisiese. Además, Alberto le ha pedido que continúe con sus compromisos profesionales como princesa. Ella le ha pedido a cambio 12 millones de euros.
Charlene viviría en Suecia sola, pero atendería los compromisos profesionales
Charlene de Mónaco no atraviesa un buen momento. El año pasado desapareció del foco mediático tras un viaje a Sudáfrica donde sufrió una infección por la que tuvo que ser operada de urgencia. Tras la intervención no se la volvió a ver. Según rumores no confirmados, Charlene ingresó en una clínica para combatir su adición a los somníferos. Los utilizaba para poder conciliar el sueño, ya que sufre una profunda depresión.
Aunque Charlene quiere a sus hijos, la princesa no quería tenerlos. Algunos dicen que fue un embarazo por inseminación artificial, aquellos que mantienen la teoría de la homosexualidad de Alberto de Mónaco.
Las periodistas Laura Fa y Lorena Vázquez aseguran que a Charlene de Mónaco le han arrebatado a sus hijos. A ella le encantaría continuar viviendo con ellos en Suecia, pero Alberto no le deja. En ese supuesto contrato donde se le adjudicarían 12 millones de euros al año cedería la custodia de los pequeños. Las periodistas creen que es un castigo a la nadadora. Alberto utilizaría su adicción a los somníferos para arrebatarle a los niños.
Por el momento, Charlene ha recuperado los compromisos profesionales tras un año de ausencia. La pudimos ver hace un par de semanas en una competición de rugby junto a su todavía marido y a sus dos hijos, con quiénes se tomó una fotografía. El próximo 5 de junio también la veremos en el Water Bike Challenge, una competición deportiva en la que siempre ha estado presente. Parece que está cumpliendo con el nuevo contrato que habría firmado con Alberto.