Charlene de Mónaco regresó el pasado mes de mayo al principado. Después de un año de rumores recuperó su agenda pública. La mujer de Alberto de Mónaco viajó a Sudáfrica para un evento y sufrió una infección por la que tuvo que ser intervenida. Después de su recuperación ingresó en un centro de rehabilitación para superar su adicción a los somníferos. Sin embargo, muchos empezaron a especular con la posibilidad de un divorcio.

A Charlene siempre se la ha considerado “la princesa triste”. Nunca sonríe y es que no es feliz. La nadadora se casó obligada. Intentó huir unas horas antes de la boda, pero la pillaron. Firmó un contrato en el que se la obligaba a mantener el matrimonio durante un mínimo de cinco años. También surgieron los rumores al dar a luz a dos hijos mellizos. Según varios medios, Charlene no mantendría relaciones íntimas con Alberto y los niños habrían nacido mediante fecundación in vitro.

Charlene de Mónaco EFE

Charlene querría separarse de Alberto, pero el príncipe no quiere que trascienda a la prensa porque no le gustaría que se volviese a hablar de su supuesta homosexualidad. Por este motivo, habrían firmado un acuerdo para que ésta se retirase a Suiza. Se le obligaría a mantener sus compromisos en el principado a cambio de 12 millones de euros al año.

El gran cambio físico de Charlene de Mónaco 

En estos últimos años Charlene ha experimentado un importante cambio físico. Aunque ella nunca ha confirmado la noticia, siempre se ha hablado de un supuesto retoque estético. El propio Alberto negó que su esposa se hubiera sometido a ninguna cirugía por temas que no tuvieran que ver con la salud, sin embargo, las fotografías actuales con las de los primeros años no tienen nada que ver.

El portal LOOK ha hablado con la doctora Beatriz Estébanez, experta en medicina estética de la Clínica Menorca, que ha analizado la transformación de la Princesa y ha comentado los posibles retoques a los que se ha sometido: “A Charlene se le aprecia un hematoma en el pómulo que podría ser la consecuencia de un lifting o de hilos tensores indicados, entre otras cosas, para la flacidez de las mejillas”, comenta la experta. Uno de los tratamientos más eficaces para rejuvenecer el rostro.

Charlene de Mónaco Fórmula 1 EFE

De tratarse de un lifting, la especialista explica que “las nuevas técnicas son cada vez menos invasivas pero requieren un período de recuperación, de entre siete y diez días. La cicatriz resultante queda perfectamente disimulada en la línea del pelo. Los resultados son naturales y armoniosos, sin cambiar la expresión y duran aproximadamente una década, no como los hilos tensores, que tienen una duración más breve.”

Charlene

Y destaca la piel de su rostro. “Tiene una piel fina y se la ve cuidada y sin rastro de arrugas”. Algo que puede ser resultado de diferentes tratamientos: “La ausencia de arrugas en el tercio superior es gracias a la toxina botulínica que abre la mirada, resalta los ojos y difumina las arrugas de expresión. Es el tratamiento más demandado, el rey de la medicina estética.”

En su última aparición pública aparece con el rostro maquillado, y en algunas zonas se puede intuir más oscuridad. Se ven unos hematomas que podrían ser fruto de una nueva operación estética