Hay personas que reciben un reconocimiento en un momento determinado y viven de él el resto de sus vidas. Es el caso de Mariah Carey, por ejemplo, que a pesar de haber tenido una interesante carrera musical, sigue obteniendo la mayor parte de sus ingresos por el tema ‘I want for christmas is you’ que no deja de sonar en cada Navidad. Según The Economist, le ha reportado una cifra que supera los 60 millones de dólares desde su lanzamiento. Y da igual si saca canciones a la luz que no valen nada. Su tema navideño seguirá dándole de comer a ella y unas cuantas generaciones de descendientes.
Otros, sin embargo, necesitan seguir dándolo todo el resto de sus vidas para conservar los éxitos conseguidos. Es el caso de algunos chefs reconocidos a nivel mundial. Si un día dejan de hacer platos exquisitos e innovadores dejan de tener repercusión. Ser un chef de éxito requiere dar la talla siempre.
Dani García reconoce la dificultad de un chef de alta cocina
Así lo reconocía Dani García este año que estamos 2022 a punto de cerrar en una entrevista en televisión. Como Jordi Cruz, Dani ha ganado tres Estrellas Michelin. Sin embargo, ha tenido que incluso vender su coche para llegar a fin de mes.
El experto de los fogones empezó su carrera en la cocina cuando solo tenía 17 años. Y después de formarse en la Escuela de Hostelería de Málaga La Cónsula, cuando solo tenía 21 años, ya estaba trabajando con el ilustre Martín Berasategui.
Cinco años después consiguió sus primeros reconocimientos. Corría el año 2001. Y en 2021 logró algo inédito desde 1936: ganó dos Estrellas Michelin de golpe gracias a su trabajo en el restaurante Smoked Room.
Revela que tuvo que vender el coche para llegar a fin de mes
Sin embargo, no todo es oro lo que reluce. Mantener el nivel en lo más alto requiere muchos esfuerzos y sacrificios. Y no solo personales o laborales. También económicos. Porque mantener la calidad requiere una alta inversión en personal, género y maquinaria. Y ello no se ve recompensado con los ingresos. El margen de beneficio es mínimo. Y a la que te descuidas estás en la ruina.
“El mundo de la alta cocina no es como cualquier ámbito profesional”, explicó el chef en una entrevista con Pablo Motos en ‘El Hormiguero’. “La recompensa económica no es proporcional al esfuerzo, trabajo o reconocimiento que el chef pueda tener”, lamentaba. Incluso “hubo un año y medio o dos en el que no tenía ni coche porque no llegábamos”.
Tal es la dificultad de la profesión que, tras ganar su tercera Estrella Michelin, decidió cerrar el restaurante que tenía en Marbella, Málaga. Y señaló que si regresaba a la cocina de altos vuelos sería en algo “pequeño donde no estuviera su nombre”.