‘MasterChef’ continúa su andadura televisiva con aceptables datos de audiencia a pesar de emitirse casi de forma ininterrumpida durante todo el año. Gracias a este formato, la cocina se ha colocado en el mapa, especialmente la de vanguardia. La profesión de cocinero se estudia ahora en la universidad y es una de las más prestigiosas. Los restaurantes han proliferado por miles en cada ciudad, y acudir a ellos es una práctica común, incluso a los de estrella, aunque su precio sea algo elevado. Cocinero como Jordi Cruz se han vuelto famosos. Es uno de los chefs más reputados de España. En su época fue el cocinero más joven en alzarse con una estrella Michelin. El único Jordi Cruz famoso de aquella época era el presentador de Art Attack.
Los cocineros investigan para sorprender con sus platos, se atreven con las combinaciones más sorprendentes y alocadas. Uno de los más atrevidos es David Muñoz, pero en Reino Unido hay alguien que le supera en locuras, se trata de Jamie Oliver. Sin embargo, su innovación le costó demasiado cara. Se hizo popular a nivel mundial por la famosa paella con chorizo, algo que en España sería una aberración. Vivió tres meses de auténtico infierno por las críticas.
Hace años que la vida no le sonríe en la cocina, sus negocios se fueron a la quiebra. Antes de la pandemia, Jamie Oliver comunicó que sus restaurantes se encontraban en bancarrota e inicio un curso de acreedores. Este proceso supuso el cierre de un total de 20 establecimientos y el despido de 1.000 personas.
El chef se sinceró en un documental donde era el protagonista. Repasó su carrera desde sus inicios. Desde tocar el cielo con el éxito a caer al infierno con el fracaso. En el reportaje visitó su primer restaurante, Fifteen, que abrió sus puertas en 2002, con un joven Jaime con mucha ilusión. Rompió a llorar.
"Dios mío. Es duro. He tenido demasiado estrés", dice el cocinero en el documental. Entre lágrimas se sincera sobre su fracaso. "Fui muy ingenuo. Era bueno manejando un restaurante. Pero abrí muchos locales grandes y a la gente le gustan los pequeños".
Jamie Oliver cerró sus restaurantes, pero no está en la ruina
Uno de los principales problemas según las críticas de sus comensales es que el precio era demasiado elevado para el precio de la comida. Fue perdiendo visitantes.
Llegó a hacerse muy famoso en televisión como es el caso de Jordi Cruz. Él también protagonizaba publicidades con marcas relacionadas con la utensilios de cocina o alimentación. En 2014 uno de sus restaurantes tuvo problemas con las condiciones de higiene. Según publicó The Times, en la carnicería que les abastecía aparecieron excrementos de ratón, carne con moho, etc.
No obstante, Jamie procuró no volverse loco y supo invertir sus ganancias. A día de hoy tendría unos ahorros de unos 20 millones de euros. Unos días más tarde del cierre de su restaurante, ‘The Sun’ publicó unas fotografías de su mansión, valorada en 10 millones de euros. Al conocer la noticia, sus exempleados se volvieron en contra. Todos fueron despedidos, mientras que él vivía a cuerpo de rey.