Los que hemos tenido el placer de degustar alguna vez las delicias que hace Nandu Jubany en la cocina, este jueves entendimos muchas cosas. Alguien que hace lo que él hace en los fogones tiene que tener una sensibilidad, una ternura, una alegría de vivir y una emoción especiales. Y de eso el chef catalán tiene a espuertas, tal como se vio en Els meus pares de TV3, que semana tras semana no deja de conmover a los espectadores. Gemma Nierga tiene la virtud de cocinar a fuego lento las emociones de los invitados, que afloran especialmente cuando uno de los dos padres del título del programa ya no está.
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No ha sido ni la primera ni la última vez que la periodista comparte conversación con alguna personalidad catalana que perdió a uno de los dos padres. Porque Els meus pares pone en el mapa de las emociones las vidas de personas que transmitieron un legado y dejaron una huella imborrable por mucho que pasen los años. Y ahora hemos sabido del padre de Jubany, Eudald, "mi ángel de la guarda que me vela", como lo recuerda el chef, 26 años después de su muerte por culpa de un cáncer de páncreas. "Yo he tenido menos miedo a la hora de abrir un restaurante, un negocio, ir al Dakar, porque mi padre me vela, seguro. No soy muy creyente, pero con mi padre sí". Jubany con la voz rota y aguantando la emoción.
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¿Lo único que lamenta? El paso inexorable del tiempo: "A mí me gustaba cuando me acordaba mucho más de mi padre". Una confesión que pone los pelos de punta por la gran cantidad de amor y al mismo tiempo nostalgia, que engloban sus palabras. "Pero el tiempo..., claro, hace 26 años que está muerto mi padre... no es igual. Pero sí que poder hacer todo lo que he hecho, si no hubiera tenido a mi padre no lo hubiera hecho. A menudo pensaba: 'De eso tienes que salir adelante. Si me viera mi padre', como para demostrarle. Si hoy pudiera ver lo que hemos hecho, que seguro que lo ve, lo contento que estaría. Él es un espejo donde quiero mirarme, alguien a quien me quiero parecer"... Toma el turno de palabra la madre: "Al morir el padre han tenido que aprender a ser más valientes. Si su padre lo viera, estaría muy orgulloso. Puedes estar segura".
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Lo que le sabe mal a Elena es que no lo vio triunfar en las cocinas. Pero que no se preocupe: Nandu cocina como los ángeles. Por lo tanto, seguro que su 'ángel de la guarda' degusta sus platos allá donde esté.