Chelo García Cortés tiene 68 años. A pesar de ser gallega de nacimiento, es catalana de adopción. Vive con su mujer en Castelldefels. A su edad ha reconocido que va corta de dinero y ha aceptado ser la primera de Sálvame en someterse a la nueva tortura. Como perdían contra Antena 3 y Pasapalabra a las 20h, se inventan una sección de humillar a los tertulianos: dinero a cambio de retos. El primero era fregar lavabos masculinos de Telecinco, por 100 euros. O enseñar las bragas por... 1500 euros. Chelo aceptó:
El concurso consiste en ir sumando retos y dinero. Se puede plantar en cualquier momento. Va aceptándolo todo. Kiko Hernández avisa "Eres la primera y la última concursante de este formato". Jorge Javier le dice "Puedes ir al baño o pedir un biombo. No te puedes quedar sin bragas. Ah, no, muestras las bragas y ya está". Chelo: "Las bragas voy a enseñar a mis 68 años": Kiko Matamoros "No es necesario". El presentador grita "Tres mil euros para Chelo". La audiencia fue un fracaso. Ni con Chelo en bragas pueden hacer nada. Pierden contra el 17,5% de Pasapalabra.
Sálvame tomate se hunde de audiencia, pobre 15,2%, y se hunde de imagen. Esta ridiculización es banal, cutre y sin chispa. Hace falta más inventiva para superar a Pasapalabra. No bastan unas bragas viejas.