Chiara Ferragni es una de las influencers más famosas del planeta. "Solo" tiene 30 millones de seguidores, pero la conocen en todas partes. Durante la mayor parte de su trayectoria ha disfrutado de la estima, el interés y la comprensión absoluta de su fandom y de la opinión pública, pero hace unos meses el castillo se tambaleó. Un mal negocio con finalidades benéficas y solidarias, y que acabó convirtiéndose en una estafa, provocaron una crisis sin precedentes. Contratos que caían, multas millonarias, denuncias, críticas feroces, cancelación... Un auténtico calvario que ha tenido consecuencias en el ámbito íntimo y de pareja, cargándose su matrimonio aparentemente idílico con el cantante Fedez, padre de sus dos hijos de corta edad.
El caso Balocco ha acabado convirtiéndose en la chispa de la destucción de una relación que desde hacía un tiempo mostraba signos inequívocos de quiebra. Fedez, quien siempre ha podido contar con el apoyo incondicional de Ferragni en sus horas más bajas (muchas, de hecho), había encontrado la excusa perfecta. "La acusó de que sus problemas legales tenían efectos negativos en su negocio. Fedez subió el tono. Luego el rapero huyó en Miami con su asistente y finalmente abandonó la casa", explicaban los medios italianos el pasado febrero, cuándo todo saltaba por los aires. 3 meses, poco más o menos, han pasado desde la ruptura. Por lo visto, el rapero olvida rápidamente, no tiene nostalgia y está muy entretenido. Ha pasado 'un día en las carreras' en Mónaco, viendo la Fórmula 1 en el escenario más icónico, escaparate mundial de VIPS y celebridades de todo tipo.
En el paddock y la zona de VIP del circuito de Montecarlo es imposible pasar desapercibido. Es demasiado naif pensar que el hombre de 34 años desconociera esta particularidad. Le ha importado un rábano, cuando se ha presentado de la manita de una jovencísima modelo francesa de veinte años, Garance Authié. Curiosamente, una chica de rostro muy similar a su ex. Entre la semejanza de la una y la otra, y la velocidad con la que ha realizado la sustitución, la imagen del protagonista no queda demasiado bien. Digamos que la legión de fans de Ferragni tiene algo que decir. Han quedado en shock, como la propia Chiara.
No es la primera vez, que Fedez y Garance se dejan ver en público. El mes de marzo, con la herida chorreando sangre de manera descontrolada, fueron juntos a un festival de música. Después París, Miami y Coachella, otro evento multitudinario de música. No hay que ser muy listo para ir trazando la línea de puntos. La sentencia del universo virtual es casi unánime: "Qué falta de respeto". Fedez es soltero, es cierto, pero se le suponía un poco de luto por el adiós a Chiara, que quiera o no será la mujer de su vida. Quizás por eso ha encontrado oro con Garance: es la Ferragni sin ser la Ferragni. Jugada maestra.