La República de Italia tiene una reina: Chiara Ferragni. Aunque el último año haya sido devastador, que su imagen pública haya quedado malherida y que haya partido peras (de malas maneras) con su famosa pareja, el rapero Fedez, parece que la influencer de Cremona, de 37 años, remonta el vuelo. Podríamos decir que pasa al ataque, o al contraataque, con la confirmación oficial de que ha pasado página. Que su ex es historia, y que el futuro es mucho más brillante sin su presencia. Chiara ya no está soltera. Hay una nueva ilusión, y por lo visto la cosa va a toda marcha.
La noticia de la ruptura más mediática llegaba a finales de febrero, cuando todavía estaba intentando salir del pozo por el escándalo Balocco: la multa millonaria por promocionar un producto con objetivos supuestamente solidarios, pero que acabó descubriéndose que no era más que una estafa por parte de la empresa. La crisis reputacional, de ingresos y seguidores fue monumental, y en aquel ambiente enrarecido y hostil, Fedez encontró la excusa perfecta para efectuar una maniobra evasiva que, con todos los indicios sobre la mesa, iba preparando desde hacía tiempo. Quería separarse, tenía la vista fijada en otros objetivos femeninos, para entendernos. Una discusión con su mujer y madre de sus dos hijos, acusándola de haber lastrado su carrera, y "el artista huyó a Miami con su asistente, para poco después abandonar la casa conyugal", explicaron los medios italianos aquellos días. El tipo no perdió el tiempo, ni tampoco hizo gala de demasiada discreción: tres meses después ya tenía pareja estable: una modelo francesa de 20 años, Garance Authié, curiosamente de semblanza física evidente a Ferragni.
La exhibición de Fedez y la imagen que proyectaba era hiriente. "Falta de respeto" fue el comentario más habitual, después de verlo paseando de la manita de su nueva pareja por el paddock del Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1. Pues bien, ahora es Chiara la que adelanta por la derecha al músico y a toda velocidad, con un guapísimo cirujano italiano con quien ha disfrutado de una jornada de sol y playa en Forte dei Marmi, en la Toscana. El afortunado se llama Andrea Bisciotti y ya forma parte del núcleo vital de Chiara: le ha presentado a sus hijos Leonne y Victoria, de 6 y 3 años. Lo que más irritará a su padre es, precisamente, que los chiquillos parecen muy a gusto con el nuevo papi postizo.
La revista 'Diva e Donna' publicaba esta imagen tan potente de los 4 compartiendo momentos de calidad. Andrea sonríe mientras los pequeños se comen un pannino sobre la arena, muy cerca de la ciudad de Pisa. Juzgar a través de una instantánea es atrevido, pero la sensación es buena. El médico, especialista en prótesis ortopédicas, tiene una cosa que Fedez no tendrá nunca: está cuadrado y es muy guapo, pero no parece un extraterrestre. Empieza la era de Andrea. Benvenuto alla famiglia, ragazzo.