Su nombre es sinónimo de juerga. Varias generaciones lo veneran. Hace tiempo que ha perdido el brillo de sus actuaciones musicales, pero se reinventa cada día. Y lo hace explotando una personalidad única, divertida e irrepetible. Hablamos del disc-jockey y cantante valenciano Chimo Bayo, un hombre que irá siempre ligado a dos onomatopeyas: "Hu-ha!." Uno de los grandes gurús del techno (o la música máquina) de los 90, "la ruta del bacalao" y al desenfreno total. Canciones como "Bombas bombas", "Así me gusta a mí" o "La Tía Enriqueta" son verdaderos himnos de la parranda. Pues bien, Chimo 'is back'. Vuelve a los platos. Pero no a los musicales, no. La nueva vertiente de Bayo es todavía más sorprendente.

Chimo Bayo actuando / @chimobayo

Chimo Bayo pinchando / @chimobayo

Joaquín Isidoro Bayo no es de los que sepan estar quietos y vivir de recuerdos. Todo lo contrario: aparte de ser el protagonista de las fiestas más alocadas y de componer temas plenos de retranca, ha sido presentador de televisión, escritor, locutor de radio e incluso tiene una marca propia de vinos. Hiperactivo por naturaleza, ahora también quiere demostrar que tiene madera de restaurador. Y lo intentará poner de manifiesto en la versión valenciana del 'Joc de Cartes', el 'Cartes en joc'. Lo ha anunciado con una foto sorprendente y divertida, en la que cuesta saber si va vestido de cocinero o aspira a obispo de Valencia. Afortunadamente, nos lo explica él mismo. Sus seguidores se mueren por verle cocinar, y ya hacen bromas.

  • @adri_adrenalina: De primero Lubina a lo Arsenal. De segundo, cuartito de Cordero. Con pan pan pan. Y vino HU HA. Y de postre, souffle de Tänhauser. Delicioso
  • @jotstor: Comienza tu papado
  • @kikejaen: Pareces un obispo del Vaticano
  • @orlojk_gudsmundottir: Café, copa y puro

Chimo Bayo felicita la Navidad con su vino / @chimobayo

Chimo Bayo concierto / @chimobayo

Veremos si Bayo lo peta fuerte entre fogones o si es más de comer que de cocinar. En todo caso, seguro que hace felices a los fans. Y más de uno tendrá un empacho de nostalgia.