Uno de los presentadores que ha ascendido más rápidamente en TV y ha caído todavía más veloz es Christian Gálvez. A sus 44 años, nadie sabe exactamente qué hace. Su último programa, Boom, en Cuatro, la segunda cadena de Telecinco, fue un absoluto fracaso. Lo cancelaron porque hacía 2,9% y cuando Telecinco hizo la apuesta del nuevo concurso, Reacción en cadena, se la ofrecieron a una cara de TVE, Ion Aramendi. Gálvez estaba quemado. Al final, para no dejarlo en la estacada le admitieron que, con su productora Fénix Media, heredara el Socialité echando a María Patiño y Núria Marín, que pasa sin pena ni gloria los fines de semana. Gálvez fue un icono de la TV al frente de Pasapalabra, el programa de más éxito de la TV durante años junto a El hormiguero. Pero Paolo Vasile la pifió y por una pelea económica sobre el pago de los derechos, perdió el concurso del rosco a manos de Antena 3. Gálvez se quedó sin éxito. Ahora escribe sobre Jesús de Nazaret y para presentar su libro ha hablado de su anterior despido televisivo, cuando lo echaron de Antena 3.
Christian Gálvez, en una entrevista en el digital de Pedro J. Ramírez, se proclama fan de Isabel Díaz Ayuso, se declara conservador, escribe sobre Jesucristo y dice que la izquierda quiere suprimir la Navidad. Pero entre tantas evidencias de su ideología pepera, carga contra el Gobierno de Aznar que presionó a Antena 3 para echarlo de la cadena más pepera. Y da el nombre de la ministra que presionó para despedirlo de TV: Pilar del Castillo. Gálvez: "Padecí una mano negra. A mí me dieron una hostia brutal al clausurar un programa que yo hacía, y fue por razones políticas. Hicimos un reportaje que supuestamente no deberíamos haber hecho. Fue una macromanifestación contra el Ministerio de Cultura, año 2002 (siendo ministra Pilar del Castillo). Atacaba directamente a determinadas personas que se encargaban de Cultura en aquel momento... No digo que ellos fuesen los culpables, pero... se recibió una llamadita. Y el lunes, adiós. Esto saldrá. Saldrá en algún momento, y yo lo deseo. Yo tengo nombres, pero no puedo darlos aún. Fue muy heavy. Como éramos 'Desesperado Club Social'... les desesperamos".
Era un programa de Antena 3 con Kira Miró y Christian Gálvez, entre otros, que incluía series y reportajes, y aquel sobre la manifestación contra la Ley educativa del PP supuso que personas muy importantes del Ministerio de Educación de Pilar del Castillo llamaran a Antena 3 para fulminar el programa. Era un éxito, tenía un Premio Ondas y en su tercera temporada el PP lo suprimió con una llamada de teléfono. Así funciona el PP que ahora defiende Gálvez en la figura de Ayuso. Christian entonces no tenía una productora, sino que fue a la calle y acabó de empleado en una juguetería, que debieron pensar que un presentador infantil les haría vender más muñecas. Gálvez: "Me puse a trabajar en una juguetería y tuve una gran dosis de realidad. Necesitaba facturar. El teléfono no sonó... y yo no podía estar parado. Pensé que lo que mejor se me da es vender, porque la televisión es vender todo el rato, así que me metí ahí. Me hicieron pronto jefe de tienda, pero un día me fui y le dije a la jefa que eso no era para mí, que yo quería trabajar en comunicación". Y llegó Telecinco.
En la entrevista lamenta ser el malo de la película en su divorcio de Almudena Cid. No ha desmentido nada y ahora es padre con una cara de la productora de Ana Rosa Quintana. No volverá nunca a tener un éxito como el del rosco. Hará el programa de actuaciones musicales la noche de Fin de Año en Telecinco, el que nadie ve. Sobre su futuro en TV, pasa palabra.