Adeu. Adiós. Ciao. Au revoir. Auf wiedersehen. Ciudadanos se ha marchado de la primera plana política en menos tiempo del que se tarda en parpadear. La velocidad a la que el partido naranja dilapidó sus votos y escaños en las últimas elecciones que ha habido en Catalunya, Madrid o Andalucía es digna de estudio.

Después de que Albert Rivera se marchara con la cola entre las piernas al sufrir un exceso de olor a leche, la nata que se han pegado sus excompañeros de partido fue descomunal. En Catalunya, Inés Arrimadas hizo las maletas y dejó a Carlos Carrizosa, Anna Grau o Nacho Martín Blanco intentando no hundirse del todo en un Parlament donde son poco más que residuales.

ciudadanos ciudadanos carlos carrizosa cs acn

Carlos Carrizosa / ACN

Por eso, era cuestión de tiempo que pasara lo que ha pasado esta semana en Barcelona: que bajaran la persiana, cerraran el chiringuito, como decía el maestro Josep Mª Bachs al final del Filiprim, pusieran el cerrojo. En definitiva, que dijeran adiós a la sede que tenían hasta ahora en la calle de Balmes.

El que fue el primer partido de Catalunya y tercero en España ahora está en caída libre y sin haber tocado todavía fondo. Un buen ejemplo que describe esta situación es que ahora el partido cierra su mítica sede. ¿Qué dicen en Cs? Desde el partido han negado a ElNacional.cat que el cambio de sede se deba a problemas económicos. Los motivos reales que ha indicado la formación van por otra parte: se trata de una cuestión práctica relacionada con la pandemia de la covid-19. "La sala de prensa, por ejemplo, es un sótano y no tiene ventilación. Es poco apropiada para la covid".

Mudanza en la sede de Ciudadanos - Sergi Alcàzar

Mudanza en la sede de Ciudadanos - Sergi Alcàzar

Mudanza en la sede de Ciudadanos - Sergi Alcàzar

Mudanza de la sede de Ciudadanos en la calle Balmes de Barcelona / Fotos: Sergi Alcàzar

En este sentido, la nueva sede del partido naranja que el partido todavía no tiene, "tendrá más ventilación y estará más adaptada a la situación de la covid". Prevén que la inauguración será pronto y estará ubicada en una zona céntrica de la capital catalana. Por ahora, los objetos que tenían en la sede nacional se trasladarán a las sedes de los grupos municipales de Cornellà y l'Hospitalet de Llobregat.

El caso es que ver así su sede de la calle Balmes ha despertado la imaginación de muchos vecinos, especialmente, después de que algunos usuarios se hicieran esta pregunta en redes:

tuit ciudadanos

"¿Qué deberían poner en su lugar"?, se pregunta esta persona... Y la imaginación ha empezado a aflorar de manera masiva. En muchos casos, sangrantes propuestas de nuevos inquilinos a ocupar el número 191 de la calle Balmes de Barcelona: "La sede de Vox, cuatro cambios de pósteres, un bote de color verde y a funcionar," El local, a diferencia del partido, tiene mucha luz. Una librería sería de 10", "Ese local ya está maldito, solo se puede poner ahí o una tienda de brujería blanca para contrarrestarlo o ya directamente lugares aún más oscuros como un crematorio o un banco", "La sede de la oficina del español en Barcelona, por supuesto," "Ahora que se acerca el tiempo, al Carroñosa vendiendo castañas y boniatos", "Un escape room: 'Encuentra los 2 escaños'"...

Propuestas a espuertas:

tuit ciudadanos sede

Ya lo saben. Si están interesados, allí ha quedado mucho espacio. Pero están avisados: no se extrañen si por las noches, cuando todo está en silencio, se oyen unas voces fantasmagóricas diciendo "Huele a leche" o "Huele a remontada".